Fin de año en el Algarve portugués

Ya estamos otra vez en casa, después de unos maravillosos días disfrutando de tierras lusitanas.

Aunque hemos salido de viaje por Navidad en otras ocasiones, jamás lo habíamos hecho en días tan señalados como es la Nochevieja y Año nuevo... pero este año, cambiando la rutina, decidimos que pasando la Nochebuena y Navidad (las fechas más familiares) en casa, podríamos escaparnos durante el resto de los días y pasar el fin de año entre amigos en otro punto del mapa.... y con esa idea, quedamos con otras familias para encontrarnos y tomar las uvas juntos en el Cabo San Vicente, justo al final de la barbilla de la Península.

Después de algunos imprevistos, conseguimos salir el día 28 por la mañana (a última hora de la mañana, era casi mediodía)... con la meteorología en contra (las predicciones para el fin de año en el Cabo eran catastróficas) hacemos de tripas corazón y salimos dirección al sur con un nublo importante sobre nuestras cabezas... pero los ánimos eran tan buenos que nosotros solos destapábamos la nubes, jejeje...

Nuestra idea era llegar hasta Córdoba, en donde habíamos quedado para encontrarnos con otra familia que nos acompañaría ya durante el resto del viaje, así que enfilamos directamente para esa ciudad andaluza...

Cuando llegamos por Despeñaperros, hicimos una parada técnica para ver el paisaje en uno de los miradores...



en donde gozamos de unas vistas preciosas...



Llegamos a Córdoba alrededor de las 7:30 así que ya era noche cerrada...



en cuanto organizamos un poco todo, bajamos como tenemos por costumbre a dar un paseito por el centro... (chispeaba un poco, aunque enseguida paró para dejar una noche fresquita) y en cuestión de minutos estábamos entrando al centro histórico de la ciudad...



pasamos por la puerta de Sevilla...



y comenzamos un recorrido por las pintorescas callejuelas a la luz de las farolas hasta llegar a la zona monumental...



La torre se alza imponente ante nosotros...



y recorremos la muralla del edificio, que en principio no me llama para nada la atención...



continuamos el paseo hasta llegar al puente romano... que cruzamos, y cuando me giro, la visión me parece tan espectacular que me decido a fotografiar la escena a riesgo de estropear otra foto, jejejej pero al final, me sale algo medio decente...



Llegados a este punto y como el cansancio no perdonaba, decidimos dar la vuelta y volver a la auto a cenar... y bajamos de nuevo a un bar cercano para tomar un cafetillo antes de subir definitivamente a dormir y darnos un descanso.

Al despertarnos, observamos con alegría que el tiempo no empeora, y aunque siguen habiendo algunas nubes, podemos salir para ver Córdoba sin problemas...



Ahora, las murallas de la Mezquita, se ven mejor... y lo que a la luz nocturna no me impresionó, ahora, a plena luz y tras observar mejor las fachadas, me deja sin habla...



son una maravilla...



Y bueno... pasamos al interior para ver ese maravilloso monumento que es la Mezquita de Córdoba.



Increíble la belleza de ver todos esos arcos... (y mira que los conocemos de verlos en la tele... pero no es para nada lo mismo) algunos con diferentes diseños...





los impresionantes techos...



algunas de las rejas me parecieron una pasada...



también me impactó observar cómo en el interior de ese enorme espacio salpicado por centenares de columnas...



surgía la zona de la catedral en sí, tan luminosa...



aunque queda muy patente la diferencia de ambos estilos... la visión de ambas construcciónes, una en el corazón de la otra es tan extrañamente rara, que resulta bella.



Antes de salir del edificio, pasamos por donde están los restos de Luis de Góngora



y ya fuera, en los jardines, podemos contemplar la hermosa torre



descansamos un poco mientras observamos el edificio por fuera...



después del breve descanso salimos al exterior y seguimos dando paseos por la zona antigua







y andando, andando, llegamos otra vez hasta la Puerta del Puente...



volvemos de nuevo hacia atrás... y como nos entra algo de gusanillo (y además estabamos ya cansados de andar), paramos en una de las tabernas (creo que se llamaba "El burladero") y nos tomamos unas cervecillas y unas tapillas para matar un poco el hambre, jejeje...



al terminar, regresamos a la auto pasando de nuevo por las murallas...



nos ponemos a comer, y nada más acabar nos llaman nuestros amigos diciendo que están a diez minutos... así que les esperamos y tomamos el café con ellos... y después de un buen rato de charla y descanso, nos ponemos en marcha, esta vez en dirección a Sevilla.



Llegamos a última hora de la tarde... y aún hay unos rayos de luz, pero cuando queremos aparcar y colocar las autocaravanas ha oscurecido completamente...



Al llegar y tras colocarlo todo y tomar un bocado, evidentemente, salimos a dar un paseo con nuestros amigos por el centro de Sevilla. Y si Córdoba es bonita... Sevilla tampoco se queda atrás... menudo encanto tienen estas ciudades...





no podían faltar los típicos coches de caballos...



y por supuesto, llegamos hasta la preciosa Catedral...





para descubrir la Giralda elevándose orgullosa ante nosotros...



el tiempo, increiblemente, es bueno, la temperatura parece la de una noche de otoño, y podemos continuar con el paseo tranquilamente...



además de que hay que reconocer la belleza de estas ciudades andaluzas... es que al estar engalanadas con motivos navideños, el encanto aumenta considerablemente y nos anima muchísimo...



Las calles, con un ambiente impresionante... no sé si por la Navidad o qué...

La emblemática calle Sierpes... con músico incluido...



Algunos edificios me llamaban poderosamente la atención...



el paseo continuó hasta que llegamos a la Torre del Oro...



precioso monumento, cuyo nombre parece que se debe a su antiguo revestimiento de azulejería que destellaba al sol, y al reflejarse sobre el río, deslumbraba dañando la vista...

Y así llegamos hasta el puente de San Telmo... en donde decidimos darnos media vuelta y regresar...



de esta forma, volvemos ya hacia las autocaravanas para descansar otra noche más...

Al día siguiente, salimos temprano para visitar la ciudad, y lo primero que vemos es la maravillosa Plaza de España...



Yo no lo sabía (lo descubrí allí) que esta plaza, tiene un banco (de sentarse, jejej) por cada provincia... todo está hecho con azulejos pintados... una verdadera obra de arte...



por supuesto, nos sentamos en el nuestro, jejeje...



es enorme la plaza (claro, que para contener cincuenta y tantos bancos de piedra... ahora no me extraña, jejejej)...





Y del tiempo, que puedo decir... estamos a 30 de Diciembre ya, y la mañana es soleada... hasta pillo al arco iris infraganti, jejej... genial... hasta el tiempo nos acompaña ¿Verdad que es una maravilla??






salimos ya de la Plaza de España para encaminarnos hacia la catedral...



ahora puedo ver detalles que por la noche no pude apreciar...



después de un rato de hacer cola, conseguimos pasar al interior...



Otro lugar para admirar...



no sé que me impresiona más, si los techos, las rejas... las tallas del coro... es increíble...



abandonamos por un rato el edificio para subir a la Giralda...



y admirar las estupendas vistas de Sevilla desde lo alto de la torre...







cuando acabamos de reponer fuerzas tras la subida, al tiempo que contemplabamos el panorama... bajamos de nuevo a la Catedral...



En el interior vemos también la tumba del hijo de Cristóbal Colón, D. Hernando Colón...



y salimos al exterior... para callejear ahora a la luz de un sol magnífico...



las calles, igual de bulliciosas que por la noche...



Me llama la atención este restaurante... por lo típico...



y como ya tenemos algo de cansancio (y también tenemos hambre, para qué engañarnos, jejej), decidimos parar y tomar unos finos en una tasca de la zona... acompañados de pescaítos, calamares, y alguna que otra tapilla... la manzanilla, exquisita... en fin... que había que probarlo ¿no creéis??



Dejamos atrás los monumentos para volver a las autos y comer... tomamos el café tranquilos y después, nos ponemos en camino para entrar ya en el Algarve portugués.



Pasamos por las carreteras sin detenernos (salvo para echar gasoil, que hicimos una parada) para llegar cuanto antes a nuestro destino, la fortaleza de Sagres, a cuyo resguardo pasaríamos la primera noche.

En realidad, yo lo que temía era el viento... nos habían alertado de fuertes vendavales... y "nosecuántos" nudos de velocidad del aire... total... que mi miedo principalmente era si tendríamos que atar las autos a las farolas, jejejeje...

Cuando llegamos era totalmente de noche, pero vimos muchas autocaravanas estacionadas junto a la fortaleza y decidimos aparcar junto a ellas y colocarnos de modo que estuviésemos cómodos.

Llovía algo fuerte, aunque de modo intermitente... así que pensamos en dejar el paseo para el día siguiente, y tras la cena, tomamos un café en una de las autos (los adultos) mientras los peques se veían una peli en la otra... y así terminamos el día... estuvimos charlando un buen rato pero el cansancio debido a los kms. recorridos comenzaba a acusarse y optamos por irnos a la cama y descansar para estar nuevos al día siguiente.

Teníamos tantas ganas de salir a ver el paisaje, que nos levantamos bastante temprano... y aunque amaneció nublado, desayunamos con prisas para bajar cuanto antes de la auto...



Chispea ligeramente un suave chirimiri pero nos ponemos las capuchas y comenzamos a andar hacia donde oímos ruido...



Y aún con el cielo encapotado, el paisaje nos deja boquiabiertos... yo me doy la vuelta para ver donde están aparcadas las autos...



Y me vuelvo a girar para seguir a los demás...



Y bueno... sin palabras nos quedamos...



menudas playas...





¿Verdad que son una caña?





El sol comienza a hacer pequeñas entradas a hurtadillas...



Y después de ver esta zona, volvemos por donde hemos venido y vemos a nuestros amigos que también han salido ya de su AC. Como queríamos ver la fortaleza, nos encaminamos todos juntos hacia allí muy decididos...



Pero el cielo se encapota de repente, y en cuestión de tres minutos (el tiempo que tardamos en llegar hasta las autocaravanas "diluviando") cae lo que no está escrito... y nos ponemos todos como sopas, jejeje... aiss... que ratillo.

Justo, justo, subimos al vehículo, y cesa la lluvia de repente... nos quedamos de piedra oye... los pantalones, de las rodillas para abajo, chorreando... entonces no sabemos que hacer (ya que había cesado de llover por completo), si cambiarnos todos de ropa y calzado y pasar de ver la fortaleza, o pasar de cambiarnos, salir a ver la fortaleza y ponernos secos a la vuelta... escogimos la segunda opción, y calados como estábamos, bajamos todos de nuevo y salimos en dirección al fuerte para ver lo que nos había costado un remojón tan inesperado....



nada más entrar, podemos ver la enorme Rosa de los Vientos de la fortaleza...



el sol sigue indeciso... haciéndonos cucos...



aunque llevamos los pantalones mojados, nos damos cuenta de que el viento, que azota con fuerza este lugar tan desprotegido, está en cierto modo acelerando el proceso de secado, jejeje... y como no hace ni pizca de frío (es sorprendente, pero cierto) seguimos el paseo admirando el bello paisaje...





desde aquí se puede ver el faro del Cabo de San Vicente... en el otro pico.





pasamos también a la pequeña capilla de la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, que se encuentra en el interior del fuerte... y para mi gusto, está algo abandonada...



Y después de admirar los acantilados y toda la zona, salimos del fuerte (milagrosamente, tanto los pantalones como el resto de la ropa está totalmente seca... y no es necesario volver a cambiarnos... menudos aires se gastan en la Fortaleza, jejeje..) y nos dirigimos hacia la otra punta, al Cabo San Vicente.



De nuevo, la belleza del lugar nos impresiona...



Gracias al cielo el clima nos sonríe y ahora luce un sol espléndido (y nosotros interiormente, rezando para que no lloviese, jajaajaj...) ¿Quién lo entiende??



Seguimos admirando la costa...



la altura (aunque a simple vista no se aprecie), es impresionante... como se puede observar si os fijais en algunas personas que se ven a lo lejos sobre los acantilados...

el faro del Cabo de San Vicente...



desde aquí también podemos llegar a ver la otra punta en donde estábamos en la Fortaleza...



la bruma también puede crear un panorama espectacular.... aunque el tiempo no era todo lo amigable que, imagino, se muestra en pleno verano... pudimos gozar de unas increibles vistas imposibles de olvidar...

Y después de el paseo por el Cabo, nos dirigimos directamente hacia el camping de Sagres, en el municipio de Vila do Bispo... es un camping de la cadena Orbitur, que está prácticamente al lado del faro...



nuestra idea era pasar en este camping la nochevieja... si la noche se ponía fea, siempre podríamos resguardarnos en una pequeña sala que tenían de recreo, o el porche del restaurante, que aunque estaba cerrado, el techado nos podría ofrecer la protección que necesitábamos...





el caso es que ocupamos nuestras plazas y como el día se ha arreglado bastante, decidimos comer juntos fuera de las autos... sacamos mesas, y comemos tan ricamente... las temperaturas muy buenas... no necesitamos ni chaquetón para comer...

Tomamos café y charlamos hasta bien entrada la tarde. Cuando vemos que el sol está cerca de ponerse, volvemos a montar en las autocaravanas y salimos pitando de nuevo hacia el Cabo... este atardecer no me lo pierdo por nada del mundo, jejejeje....



Es una pena que la mayoría de la gente con la que quedamos se volviera atrás por causa de clima... estamos disfrutando de unos días maravillosos, pero nos aflige que no podemos conocer a los amigos con los que llevábamos días planeando la fiesta en este punto del mapa...

Por fín, podemos contemplar lo que hemos venido a ver, atravesando la parte sur de la península...



y merece totalmente la pena (incluyendo el chaparrón que nos ha calado hasta los tuétanos esta mañana, jejejej)



esto no lo puedo ver yo todos los días... que afortunados los lugareños... tienen un lugar mágico tan cerca... ¿no os parece?? y conforme se suceden los minutos... las tonalidades cambian también...



un crepúsculo inolvidable para nosotros...



cuando ya nos ibamos, se nos acercó una señora diciéndonos que venía a la quedada que habíamos organizado los autocaravanistas... eran una pareja de ingleses que viven en españa y también estaban en el camping... pues nada, nos presentamos todos y nos vamos para ir preparando la cena de nochevieja... (ellos dicen que se van a buscar uvas pues parece que no es costumbre inglesa, jejejej)

Aunque somos pocos... montamos una fiestecilla entre todos y los chicos disfrutan de lo lindo...



Lo increíble es que después de tanto miedo que teníamos de que lloviera o hiciera mucho aire... pues cenamos al aire libre... al lado de las autos... abrimos las mesas, los toldos y allí montamos la cena... y la fiesta... y no hacía ni pizca de frío... estuvimos en la gloria toda la noche.

Y bueno... la nota original de esta nochevieja, jejejej... aunque teníamos televisor, los canales que veíamos eran todos portugueses, por lo que no veríamos las típicas campanadas de la Puerta del Sol.. además de que en Portugal hay una diferencia horaria como en Canarias... de una hora... con lo cual, a las once de Portugal deberíamos tomarnos las uvas.... ¿Y qué hicimos para tomarlas???? Pues la menda enganchó un cazo y una cuchara y a las doce exactas (hora española) y a golpe de cucharazo (cuando llegué a la séptima aceleré ligeramente, jijijiji) toqué las doce campanadas.... deberíais ver nuestras caras... un poema, que risas madre... la pareja inglesa (el marido, Jonathan apenas hablaba castellano...) se partían de la risa... aunque no era para menos, jejejej en fin... que lo pasamos de vicio durante toda la noche, tocamos nuestras campanadas y brindamos por un feliz 2009... como el que os deseo a todos vosotros.

Total, que después de una estupenda velada, todos a dormir... y se hace la mañana de Año Nuevo...



Un poco de dolor de cabeza por la resaca, jijiji pero nada preocupante... salimos del camping... ya de vuelta para casa, aunque tenemos previsto parar en algunos pueblos costeros que nos habían recomendado por su belleza... y sus playas... pues nada, comenzamos el viaje encaminándonos a un pueblecito llamado Lagos.

Lo primero que vemos al bajar del vehículo es la muralla que recorre el casco antiguo...



vamos caminando y nos adentramos por sus calles...





llegamos hasta la zona del puerto, y vemos algunas embarcaciones que a mí al menos me resultan curiosas...





este parece un galeón de esos antiguos... todo de madera al uso de antaño...



Después de patearnos durante todo el día el pueblecito, el puerto y demás rincones, salimos de allí en dirección al siguiente pueblo... Portimao.

Cuando llegamos ya era de noche, aparcamos justo frente a una gran avenida...



Y detrás nuestro podíamos oír el ruido del mar... aunque no se veía nada...

Bajamos de la auto y dimos un ligero paseo, pero como estábamos ya cansados y no podíamos ver mucho, pues decidimos cenar y tomar unos cafés rapidillos para ir pronto a la cama y descansar... ya veríamos las playas al día siguiente....



Otro día que nos levantamos temprano y salimos rápidamente para ver el mar... menudas playas más bonitas... con razón es tan turística esta zona...



Una cosa que nos llamó mucho la atención es el tremendo contraste entre la tierra rojiza y el verde brillante que la cubría... destacaba frente al resto del entorno... bajamos por las escaleras para pasear un rato por la playa...







Nos pareció espectacular... los acantilados, los cortados... las rocas con aberturas enormes por debajo... impresionantes...











Y desde luego... los apartamentos allá por donde mirases... rompiendo la estética del paisaje natural... es una pena... pero es lo que hay...



No me canso de mirar al mar... me gusta la sensación que me transmite...



pero se hace tarde.... venga, despierta que nos vamos de aquí... ¿Me sigues todavía??? Nuestro siguiente destino es Silves...



Y bajamos para ver su castillo... aunque antes pasamos por donde está la iglesia...



Llegamos a la entrada del castillo...



y nos adentramos para ver lo que alberga en su interior...



Aunque quizá deberíamos decir... "en su exterior" jejeje....





Cuando acabamos de ver todo, salimos en dirección a las autos... y comienza a chispear... así que, no vemos sus playas... y salimos directamente en dirección a Albufeira, para comer allí...

Llegamos a un parking que está prácticamente a pie de playa... y que tiene unas mesas y sillas para comer al aire libre...



Pero el tiempo no está lo que se dice muy por la labor... y preferimos comer en el interior de nuestros vehículos... y menos mal, porque durante la comida, llueve un ratillo...

Pero al terminar, vuelve a lucir el sol... y no queremos perdernos un paseo por esa bonita playa...



Y de nuevo, los tonos rojizos y verdes brillantes dominan el paisaje, frente a los tonos azulados del mar y el cielo... menuda combinación...



Cuando terminamos el paseo, subimos a las autos para cambiar de aparcamiento, pues queremos ver el pueblo y sus otras playas...



y seguimos con el paseo hasta llegar al mirador...



Lo que no me esperaba para nada era ver unas escaleras mecánicas para bajar desde el mirador hasta la misma playa....



¿Hay algo similar en alguna playa española??? Porque si lo hay... lo desconocía por completo... ¡¡Unas escaleras mecánicas a pie de playa!!!

Y seguimos con el callejeo, esta vez por el interior...





Y fijate que casualidad, que me encuentro con un escaparate lleno de autocaravanas hippies (y otros vehículos de la época), jejejej...



otra vez somos testigos de un ocaso precioso...



Una vez que terminamos el recorrido, nos subimos de nuevo a las autocaravanas... y dirigimos nuestros pasos hacia Faro, la ciudad más importante (si es que no es la capital del Algarve) de esta zona portuguesa...

Cuando llegamos ya es noche cerrada, así que, antes de meternos a cenar en la auto, decidimos dar un paseo por el pueblo ya que la temperatura es ideal...





Y en cuanto notamos un poco el cansancio... nos damos media vuelta y a cenar... después de la cena, como todas las noches, los adultos nos juntamos en una de las autos a tomar un café (y copa si se tercia...) y comentar lo ocurrido durante el día, mientras los chicos se ven una peli o juegan en el otro vehículo...

Por la mañana, amanece un día soleado... (yo flipo con el tiempo y las temperaturas durante todo el viaje...)



cuando me doy cuenta de que hemos dormido prácticamente al lado del agua...



Después de desayunar, salimos para ver un poco la zona antigua de la localidad...





siguiendo con los paseos, damos con la "Igreja do Carmo"



iglesia que cuenta con una capilla de huesos al estilo de la de Évora... curiosa y espeluznante capilla...





salimos de la iglesia... y me encuentro con esta fachada...



en principio no tiene nada de particular... pero al acercarnos más, el vello se me pone de punta por lo sobrecogedora que me resulta la imagen esculpida en ella...



¿No os parece como las de las películas de terror??? Yo es que la miro y me dan escalofríos... brrrrr...

Y con esto, damos por terminada la visita a Faro.... y nos dirigimos hacia Santa Luzia... un pueblecito también pesquero, famoso porque parece ser que allí se come el mejor pulpo (o polvo, como se dice en portugués) de la región...



Aún es temprano, por lo que decidimos salir a ver los barcos y mientras hacemos algo de apetito...







Nos entra gusanillo y puesto que estamos en Santa Luzia, que mejor que probar el pulpo en el sitio donde nos han recomendado que hacen el mejor pulpo del municipio: "Casa do polvo" (La casa del pulpo, jejeej)



Probamos el pulpo... riquísimo... con un vino verde de la región... y también nos pusieron choco (sepia) rebozado... todo para chuparse los dedos...

Nos habían comentado que en Tavira, un pueblo cercano a Santa Luzia, se comían unos platos de pescado fresco riquísimos a muy buen precio... así que, para no llegar demasiado tarde, salimos zumbando de allí y nos pusimos en camino nada más acabar el aperitivo...



Llegamos a Tavira



y nos cuesta algo encontrar el lugar que nos habían indicado... de todas formas, es algo tarde y cuando queremos dar con el restaurante, nos dicen que se ha acabado tooooodo el pescado y ya no sirven más.... buaaaaaaaaa

Ale... a buscar aparcamiento y comer lo que tengamos nosotros...



Al final, podemos aparcar justo en toda la orilla del río... y comemos tranquilamente...



cuando acabamos, nos bajamos y damos un paseete por el pintoresco pueblo... antes de entrar al puente, me encuentro con esta esquina singular...



al cruzar el puente llegamos hasta una especie de plaza...



y más adelante, encontramos unas escaleras para subir a la zona más alta de la localidad, así que, subimos para ver el castillo... y por el camino, vimos la "Igreja da Misericórdia"... una iglesia preciosa, cubierta en gran parte por azulejos del siglo XVIII que representan obras de la Misericordia y Pasos de la vida de Cristo, y de la que no pongo fotos porque no se permitían... pero era una obra de arte...



seguimos subiendo...





hasta llegar a los restos del castillo...



pasamos a echar un vistazo al interior...





los jardines se ven cuidados...



y los chicos suben hasta el torreón...



Y con esta última visita, damos por terminadas nuestras correrías a lo largo y ancho del Algarve... desde aquí, nos vamos haciendo kms. porque queremos hacer todos los que nos sea posible, y así dejar menos para el día siguiente, en el que tenemos prevista la llegada a casa...

Los chicos se animan, y al final, llegamos hasta Carmona para pernoctar... en principio, nos colocamos en una zona de parking estupenda, justo frente a la muralla de la zona histórica (no sabía yo que Carmona era ciudad monumental... menudo casco histórico tienen...) allí un gorrilla, muy majo él, nos ayuda para colocar las autos bien aparcadas (ya que el aparcamiento tiene bastantes recovecos..) por 3 eurillos de nada (cada uno)

Total, aparcamos, y antes de cenar nos animamos a recorrer el casco antiguo de la ciudad...





Esta es otra de esas ciudades en las que los paseos nocturnos a la luz de las farolas, tienen un encanto especial...



Como empieza a entrarnos algo de gusanillo, decidimos dar media vuelta y cenar antes que sea más tarde...



Qué pena no tener más días para poder visitar esta ciudad como se merece... porque yo me quedo con ganas de visitar sus monumentos... otra vez será...

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Lo que no nos esperábamos en absoluto, era encontrarnos con el botellón de Carmona justo en la puerta de nuestra "casa".... amos, que se ve que estacionamos justo en el lugar que escogen los que acuden de botellón... y encima es sábado noche... total, que nos vemos venir la nochecita que nos espera...
Cenamos tranquilamente, y mientras tomamos café con nuestros amigos, observamos como la "zona" de marcha se va ambientando cada vez más... y comienzan a aparecer los coches que abren maleteros y ponen sus "ONG musicales" como decimos nosotros (porque comparten su música con los demás altruistamente)...

Como tenemos que pensar en descansar (al día siguiente se tienen que meter los conductores unos 600 kms. de nada entre pecho y espalda...) decidimos cambiar la ubicación antes que sea más tarde, a un barrio más tranquilo y en el que podamos descansar... (si encontramos al gorrilla en ese instante, fijo que lo corremos a gorrazos, jajajajaj)

Al final, encontramos otro aparcamiento estupendo, en una calle de lo más tranquila y en cuanto aparcamos, nos acostamos a descansar.

Por la mañana, enseguida que nos levantamos nos ponemos en marcha...



Y a eso de las cinco de la tarde más o menos (tras las paradas pertinentes para echar gasoil, comer, etc... llegamos a casa...

De nuevo, los sentimientos encontrados de penita porque se acabó lo bueno... pero también de ilusión, y nuevas ideas para nuestra próxima salida... ¿Me acompañaréis?? Espero que sí...