Bienvenido a nuestro blog.

Antes de comenzar a leer, te recomiendo que te pongas cómodo, los relatos por lo general son largos, así que... prepárate un cafetillo (o cualquier cosa que te apetezca), relájate... y disfruta de la lectura.



Espero que te guste y vuelvas pronto para leer mi próximo viaje..







martes, 7 de octubre de 2008

Vacaciones en Francia (IV)

Bueno, pues siguiendo con la ruta... de París bajamos hasta Elancourt, en donde hay un bonito parque llamado France Miniature, en el que hay algo más de cien miniaturas entre monumentos



castillos



y ciudades enteras



de toda Francia.

Lo pasamos muy bien paseando entre tanta miniatura... eran francamente bonitas... y estaban muy bien hechas



Durante toda la mañana nos dedicamos a ver los diferentes trabajos, que como están numerados y vas siguiendo un orden, se hace muy llevadero...



y entre medias también se puede ver un tren con su estación y todo



e incluso coches de escalextric



con sus puentes y tuneles...



la verdad es que fue toda una gozada...

la comida la hicimos en una zona para pic-nic que había en el parque, pudimos relajarnos y descansar un ratillo... y luego por la tarde, cuando nos cansamos de pasear, los niños pudieron jugar de lo lindo en una zona de juegos preparada para ellos



Al fin, después de todo un día disfrutando de un sol espléndido mientras contemplabamos miniaturas, salimos totalmente encantados... Y desde allí nos dirigimos sin más preámbulos a nuestro primer castillo de la ruta del Loira.

Nuestra tónica durante esta etapa ha sido la de ver dos castillos diarios, y como estaban cerquita unos de otros, dormíamos en el tercero, para verlo por la mañana, de esta forma, hemos podido ver muchos, sin cansarnos demasiado (dos diarios no está mal) y nos permitía ver el primero muy temprano, nada más abrirlo, el segundo, bien antes de comer o bien después, y por la noche visitabamos las bellas poblaciones en donde se encontraban.

Comenzamos con el castillo de Chambord.



Nada más llegar, aparcamos en el parking que hay para tal efecto sin saber que por la mañana nos pegarán un sablazo por la pernocta.... aunque el castillo es precioso y merece la pena, nos duelen los euros que se nos han ido por no prestar atención suficiente. Como ya es tarde (las 7 ya es tarde para los franceses) damos un leve paseo por los alrededores y dejamos la visita para el día siguiente por la mañana).

Por la mañana, un buen desayuno y comenzamos la visita... El castillo es precioso



Aunque no sé porqué los llaman castillos... en realidad, por dentro son más palacios que otra cosa...

Éste, fue construido para servir sólo como pabellón de caza para el rey Francisco I, quien mantuvo sus residencias reales en el castillo de Blois y en el de Amboise.
Hoy en día, es propiedad del gobierno francés, que compró la propiedad a los herederos del Conde de Chambord en 1930.

En el castillo se destacan seis torres inmensas, 440 habitaciones, 365 chimeneas, y 84 escaleras. Cuatro vestíbulos rectangulares saltados sobre cada piso forman una forma enfadada, que se encuentra en el centro.

Lo que más nos llamó la atención fue su escalera de doble hélice, hecha de forma que son dos escaleras entrelazadas girando sobre sí mismas, y con la particularidad de que nunca se encuentran (sólo en los descansillos) es decir, que se puede ascender y descender al mismo tiempo sin toparse con la otra persona.



Otra cosa que nos resultó curiosa fue una estufa de cerámica preciosa



En este castillo (como en todos los demás) organizan en los meses de verano un espectáculo nocturno, que no vimos porque queríamos llegar al mediodía al siguiente castillo, y así aprovechar el tiempo... al igual que un espectáculo ecuestre que también realizan en esta temporada, pero sintiéndolo mucho nos teníamos que marchar si queríamos ver lo que teníamos previsto en los días que nos quedaban.

Así que, desde allí nos dirigimos hacia Blois, en donde estaba el siguiente que teníamos previsto.

Está ciudad nos encantó... toda ella es preciosa...





Llegamos hasta el castillo... Y a pesar de que el personal encargado no derrochaba precisamente simpatía, nos adentramos en su patio.



El Primer Castillo fue construido para proteger al poblado de Blois y data de mediados del siglo X, cuando Thibaud es nombrado Conde de Blois. Durante la llamada “Guerra de los 100 años”, la fortaleza ancestral se convierte en Castillo Real.
Blois es vendido a finales del siglo XIV al príncipe Luis de Orleans, hijo del rey de Francia, Carlos V, donde permaneció por mas de 25 años. Cuando su nieto, Luis XII asume el poder en 1498 decide regresar a Blois, y en consecuencia el pequeño pueblo se convierte en la capital del Reino.
En 1498 Luis XI decidió convertir a Blois en el centro político de Francia. Transformó al obscuro edificio en un alegre y luminoso castillo acorde con el nuevo estilo de vida.



Las iniciales y emblemas de los dueños del lugar eran grabados en piedra de acuerdo a las tradiciones Francesas y Góticas. La estatua ecuestre del rey corona la entrada principal.



El emblema del rey, la salamandra, esta esculpida 11 veces en la fachada de Francisco I.



La escalera en forma de espiral, que estaban en el centro de la fachada antes de las modificaciones de Gaston d’Orleans, es una obra maestra.



Hoy en día el castillo es propiedad de la ciudad de Blois.

Lo que más me llamó la atención fue el colorido y la decoración en paredes y techos...



Verdaderamente bonitos



y como curiosidades, este piano que me gustó muchísimo



y esta habitación, en la que los paneles de la pared ocultaban armarios secretos, ocultos a simple vista...



Terminado de ver este castillo, nos marchamos derechitos hasta Cheverny, en donde aparcamos para cenar tranquilos y esperar al día siguiente a ver el próximo.

Lo de tranquilos es un decir, porque a medio preparar la cena, la explanada destinada para el aparcamiento de AC's se vió invadida en cuestión de minutos por tres enormes globos que llegaron volando hasta nuestras mismas narices





Cenamos, y salimos a dar un paseito, como de costumbre, antes de acostarnos... otro pueblecito precioso



y después, a descansar.

Por la mañana, acudimos al castillo



En la actualidad, pertenece a los descendientes de la familia Herault. Esta familia de financieros y oficiales, se ilustró al servicio de cinco reyes de Francia.
Es el mejor amueblado y acondicionado de todos los castillos del Loira. Y en él se inspiró Hergé, el autor de "Las aventuras de Tintín" para crear el castillo de Moulinsart, residencia del Capitán Gregory Haddock, que aparece por primera vez en el espisodio "El Secreto del Unicornio".

Al igual que en los demás, fuimos recorriendo sus salas. El comedor fue parte acondicionado en el siglo XIX para las grandes cenas y recepciones de gala. Está inspirado en los decorados del siglo XVII, con sus techos y muros tapizados de cuero de Córdoba con el escudo de armas de los Herault: una cruz azul y soles rojos; la chimenea monumental de piedra, dorada con oro fino coronada con un busto del Rey Enrique IV.



el imponente aparador de roble macizo, con el escudo de armas de la familia, es la obra maestra de un solo artesano de Blois



y después salimos a sus jardines,



un bosque de cien hectáreas rodea el castillo con un jardín reconstituido a la francesa. La alameda principal, frente al castillo es un largo camino de seis kilómetros, habiendo cerca de 2.000 árboles que rodean la propiedad



y también se puede ver un antiguo invernadero, llamado "invernadero de los naranjos"





que ahora es utilizado como tienda de souvenirs



En este castillo también hay grandes aficionados a la caza, y había un pabellón dedicada a ella



Y como curiosidad, tienen un espectáculo canino (que desgraciadamente no pudimos ver, pues queríamos salir al mediodía a nuestro siguiente destino) en el que la jauría compuesta por unos 90 o 100 perros de caza, demuestran su nivel de adiestramiento a la hora en que les dan la comida, a las 5:00 de la tarde. Consiste, según creo, en que los perros son llamados para comer, pero hasta que el adiestrador no les da la orden correspondiente con el silbato, los perros no tocan la comida. Esa fue una espinita que se nos quedó clavada... quizá en una futura visita podamos asistir al espectáculo...

En esta ocasión, como no podía ser, salimos con la autocaravana en dirección a nuestro siguiente destino, Chaumont.

Aparcamos en el sitio indicado para las AC's, a orillas del río.



Y salimos derechitos a ver el castillo, antes de que cerrasen



Fue construido en 1465 y está en la orilla del río Loire. Es curioso por la cantidad de torreones circulares que tiene en tan poco espacio.
En 1560 era propiedad de Catherine de Médicis, y a la muerte de su esposo, obligó a Diana de Poitiers a intercambiar el castillo de Chenonceaux por el de Chaumont.

En el siglo XIX, el castillo pertenece sucesivamente al conde de Aramon, al vizconde Walsh y luego, a partir de 1875, a Marie-Charlotte Say, heredera de los azucareros Say, que se casa el mismo año con el principie Amadeo de Broglie. En 1938, el castillo es cedido al estado por la princesa arruinada.

tanto las salas como los muebles, eran bellísimos





paseamos por su patio



también descubrimos que había una zona bastante insegura... parecía pendiente de reformar...



¿Las campanas serán para que suene si se cae alguna viga? Había multitud de vigas de este tipo por una de las alas del castillo... y nos quedamos un poco extrañados ya que el resto de las instalaciones estaban en perfecto estado.

El castillo también contaba con una capilla preciosa, cuyas vidrieras relatan la historia de la familia Chaumont-Amboise, teniendo en el centro la escena del Juicio Final.



Y lo que me pareció más curioso fue el doble puente levadizo... ya que tenía uno normal, y luego uno pequeñito para la puerta de la derecha



Y también que en sus establos según parece, alojaron en una ocasión a un elefante, regalo a los dueños del maharajá de Karpurtala de la India.



Y salimos del castillo encantados... era precioso tanto por dentro como por fuera...



Al terminar, fuimos hasta la autocaravana y montamos para continuar viaje y desplazarnos hasta el siguiente castillo, que veríamos por la mañana.

Así, llegamos hasta Amboise.

Bellísimo pueblo también



al que llegamos por la tarde, y tras aparcar en un solar céntrico, nos dimos cuenta de que había un sitio especial para las autos, y que por un euro, podíamos permanecer el tiempo que quisiésemos, incluso sacando sillas, mesas y lo que nos pareciera bien, por lo que cambiamos el vehículo de sitio y nos dispusimos a cenar tranquilamente



Durante la cena, conocimos al dueño del área (era un sitio privado) y a los dueños de las AC's vecinas. Mi marido sacó una botella de brandy que llevaba, y al ofrecerla... resulta que uno de los otros señores era de la región de Coñac... y nos sacó Coñac del casero, jejeje... y cuando mi marido le pinchaba con que era más flojo que el brandy... al hombre le faltaron pies para sacarnos hasta orujo... diciendo que era "water", jejejej... que risas pasamos...

Después, y como nos comentaron que en el castillo de Amboise había también un espectáculo nocturno, pensamos que no era mala idea, pues esta noche teníamos tiempo y ganas de salir a ver que tal sería ese espectáculo...
Cuando llegamos a la puerta del castillo, preguntamos a la chica cuánto costaban las entradas para los cuatro, pero ella, en vez de decirnos sólo el precio, nos selló y recortó las entradas, de forma que me resultaba violento decirle que no las quería aunque no sabía lo que costaban.... lo malo es que la señora dijo de forma clara: "Cagonto... cagonto ogos... " (cuarenta euros)

Y mi marido que estaba detrás, de pronto me dice: ¿Cagonto??? ¿Cagonto???... ¡¡Yo sí que me "cagontó"!!!... jajajaja... ahí si que nos reímos otro rato...

En fin... subimos y nos sentamos para ver qué tal estaría la función.



Aunque se quedaba pequeño al lado del de Puy du Fou (y tampoco teníamos traductores como allí) la verdad es que nos gustó bastante el espectáculo, que se llamaba: "En la corte del Rey Francisco"

Y cuando terminó, que por cierto fue bastante tarde, nos fuimos derechos a la cama... al día siguiente tendríamos que volver de nuevo para ver el castillo por dentro...

Y así lo hicimos... por la mañana, nos levantamos pronto, para desayunar cuanto antes y entrar al castillo lo más pronto posible...



La entrada estaba bastante elevada... había que subir bastantes escalones nada más que para llegar hasta la puerta...



Destruido por más de una vez por los normandos, Amboise fue integrado a los bienes de las cuentas de Anjou antes de que pertenezcan a la casa famosa de Amboise-Chaumont y de pasar en 1422 al vizconde de Luis de Thouars en herencia. Pero, Luis d'Amboise participa en 1431 en un complot contra Louis de la Trémoille, favorito del rey Carlos VII, y es condenado a muerte. Posteriormente se conmuta su pena pero su castillo es confiscado por el rey de Francia.



Bellas sus estancias, y sus salas



Gigantescas murallas rodean al castillo, que fue construido sobre una colina en lo alto de Amboise por órdenes de Carlos VIII, Luis XII y Francisco I. Las murallas hacen que el castillo tenga una postura defensiva impresionante y casi impenetrable. El acceso a los jardines del castillo es por medio de dos torres con rampas en espiral, diseñadas así para que los caballos y carruajes pudieran subir sin problemas. Se dice que esta fue de las primeras residencias reales que realmente merecían ese título.

Aquí, la nota curiosa la puso la capilla de Sant-Hubert, edificada sobre una gran roca entre 1491 y 1496, situada por fuera del cuerpo del castillo, y cuya decoración, de arquitectura gótica tardía, tiene como tema la caza (Saint-Hubert es el santo patrón de la caza).



y que alberga los restos de Leonardo Da Vinci



que vivió en esta ciudad desde los 72 años. También hay un museo en la casa en la que vivió hasta su muerte, en la que se exhiben todos sus inventos... pero nosotros no llegamos a pasar... y parece ser que pidió ser enterrado aquí, tan a gusto se encontraba en este lugar.

La fachada de la capilla también me gustó muchísimo, el dintel de la puerta de entrada de la capilla es una representación del santo Hubert en una partida de caza



Después seguimos paseando por la parte exterior, admirando las vistas del pueblo



se podían observar mientras paseabas, algunos de los inventos ideados por Leonardo



Cuando salimos del castillo, y mientras nos encaminamos hacia la AC, vimos un museo de muñecos autómatas, y no quisimos perdérnoslo (en realidad, lo habíamos visto a la ida... pero lo dejamos para la vuelta).
Pasamos... y descubrimos una sala llena de muñecos de los diferentes cuentos de Perrault. La mayoría podían mover la cabeza, los brazos, o, como la bella durmiente, el pecho respirando mientras dormía.





La verdad es que me gustaría poner fotos de todos los muñecos... eran tan lindos...



Y bueno... desde aquí, nos fuimos hasta Chenonceaux.

Llegamos al mediodía, y aprovechamos para verlo antes de comer...

Aquí me gustó mucho el paseo hasta llegar a la puerta...

Conocido como «el castillo de las Damas» en la historia de Francia, le debe a las mujeres una parte importante de su encanto. Fue construido en 1513 por Catherine Briçonnet, embellecido sucesivamente por Diana de Poitiers y Catalina de Médicis. La señora Dupin lo salvó de los peligros de la Revolución francesa.



Te ibas acercando y veías cada vez más bonito el edificio...



Lo más destacable es que parte de la construcción está entre las dos orillas del río



La capilla se salvó de la Revolución francesa ya que su propietaria, la señora Dupin, decidió convertirla en leñero.



De nuevo, recorremos pasillos, habitaciones...



vemos mobiliario asombroso



¿Y quién ha dicho que los niños no se enteran de nada?? ¿Verdad que da gusto verlos tan aplicados escuchando con detalle las explicaciones del audioguía?



Como curiosidad, me atrajo el ver que en las cocinas había instalada una bomba de agua de lo más antigua para poder sacar agua del río (que está justo debajo) cómodamente... (por entonces, imagino que sería de lo más novedoso)




Otra cosa que me resultó curiosa está en relación con su enorme galería... que en principio se creó como una magnífica sala de baile.
Fue inaugurada en 1577 durante las fiestas que Catalina de Médicis organizó en honor de su hijo, el Rey Enrique III.

Pero que durante la segunda guerra mundial, como tantos otros, este castillo se convirtió provisionalmente en hospital, utilizando en gran parte, dicha galería que une ambas orillas del río.



Lo singular es que el edificio se encontraba dentro de la misma línea de demarcación, con parte del castillo dentro de la Zona ocupada por los alemanes (a la que daba una orilla) y parte dentro de la Zona libre (la otra orilla) y los que podían cruzar... aprovechaban dicha situación.

Los jardines también eran la caña





Y después de echar un último vistazo nos fuimos otra vez de vuelta...



Antes de salir, había un laberinto al que pasaron los críos a correr un rato



También se encuentran al lado del laberinto las cuatro cariátides que Catalina de Médicis añadió a la fachada del castillo y que madame Pelouze retiró en el curso de la reconstrucción que dirigió.



Y con esto, y con más hambre que pa' qué, salimos cortando hacia la autocaravana.

Desde allí, y una vez que comimos (aunque tarde) nos fuimos hacia el siguiente de los castillos, Villandry.

Cuando llegamos, ya era algo tarde para visitarlo por lo que una vez nos instalamos, bajamos de la auto con la intención de dar una vueltecita y estirar las piernas al tiempo que visitabamos el pueblo, llegando hasta su iglesia...



Nos pareció también un pueblo encantador. Volvimos a la AC y nos acostamos, para descansar un poco... ya acusabamos el cansacio de tanta visita a castillos...

Por la mañana, tomamos un buen desayuno para empezar con energías y empezamos la visita al edificio.



El castillo de Villandry, de 1536, fue construido por Juan el Bretón, secretario de Estado de Francisco I, el rey francés que tantas guerras libró con Carlos I de España.

La propiedad estuvo en manos de la familia Le Breton hasta 1754 cuando fue adquirida por el Marqués de Castellane, el embajador del rey. Este personaje añadió edificios de estilo clásico a la propiedad y rediseñó el interior del castillo para adaptarlo a los estándares de comodidad y comfort del siglo XVIII que eran muy distintos a aquellos del Renacimiento.
En 1906, el Doctor Joquín Carvallo, nacido en España compró el castillo y los dueños actuales son sus descendientes. El Doctor Carvallo dejó una carrera científica exitosa para dedicarse enteramente a su nueva propiedad, Villandry. En realidad, él salvó a Villandry pues el lugar iba a ser demolido y también le añadió gran belleza creando los jardines actuales.

El castillo, por dentro es sin duda una maravilla



Pero lo que realmente es brillante y destaca de este castillo son sus maravillosos jardines, y no solo por su extensión, sino porque están enormemente cuidados y sus diseños son espectaculares.

Cada una de las zonas tiene distintos nombres, dependiendo de cómo están decorados...

Jardines del amor
Constituidos por cuatro cuadrados con formas geometricas, representan el amor en sus diferentes fases: tierno, apasionado, infiel y trágico. Todas las formas estan hechas con macizos de boj que se podan cada año en Septiembre y Octubre. Como curiosidad, los boj del conjunto de los jardines representan una longitud de 52 km y su poda y deshierba se hace a mano dada la fragilidad de sus raices.



El amor tierno, simbolizado por corazones separados por las llamas del amor en los ángulos. En el centro, las máscaras que se ponian sobre los ojos en los bailes y que permitian todo tipo de conversaciones...



El amor apasionado, los corazones estan destrozados por la pasion. Los macizos de boj forman un laberinto, ya que tambien aqui hay una evocacion de la danza



El amor infiel, los cuatro abanicos de los ángulos simbolizan lo efímero de los sentimientos. Entre ellos podemos ver los cuernos del amor traicionado y en el centro cartas de amor o notas amorosas (para ver esto hay que echarle mucha imaginacion) que la mujer infiel enviaba a su amante.



El amor trágico, los dibujos representan las hojas de las espadas y puñales usados en los duelos por rivalidades amorosas. En verano las flores rojas simbolizan la sangre vertida en estos combates.




Jardín de Agua
Se encuentra en la parte más al sur de los jardines de Villandry. Fue diseñado en estilo clásico, alrededor de un grande lago en forma de espejo.





Jardín de los Vegetales
Entre el castillo y la villa de Villandry se encuentra el jardín de los vegetales, que tiene nueve cuadros de igual tamaño pero con diferentes patrones geométricos. Los cuadros en este jardín están plantados con vegetales de colores contrastantes que dan la impresión de tener varios colores. Este jardín fue creado en la Edad Media y los monjes solían disfrutar en gran medida de cultivar los vegetales en patrones geométricos.





Jardín de la Música
Justo junto al canal se encuentra el jardín de la música, donde los triángulos grandes representan liras y los otros arpas.



Jardín de las Simples
En la parte oeste de los jardines, se encuentra el jardín de hierbas medicinales, aromáticas y de cocina. Este jardín contiene 30 variedades de estas plantas que se consideraban esenciales para la vida familiar de épocas pasadas.



El Laberinto
Hace no mucho, se creó un laberinto a base de arbustos basado en patrones renacentistas. En este laberinto no hay forma de equivocarse para llegar a la salida pero puedes recorrerlo por puro placer.



También hay una zona de juegos para niños entre medias



Bueno... y después de descansar un rato...



y disfrutar de estos magníficos jardines, salimos del recinto del castillo, y nos marchamos hacia unas cuevas petrificantes "Les grottes Pétrifiantes de Savonnières", de las que nos habían hablado y estaban escasamente a 1 km. de allí...



Aunque la temperatura bajo tierra era algo más fresca, lo pasamos bien, pues era interesante ver su interior. Dentro había un cementerio y vestigios galo-romanos... y las llamadas cascadas petrificantes, que no es ni más ni menos que, agua con mucho porcentaje de cal, y al caer va creando una película cada vez más gruesa en los objetos que se ponen debajo, dejándolos completamente convertidos en piedra con el paso del tiempo... algo realmente curioso...

Una vez terminada la visita, a la salida te ofrecían una cata de vinos de la región, que amablemente aceptamos, y además nos llevamos dos botellas (blanco y tinto) de las que dimos buena cuenta por la noche mientras cenábamos, jejeje riquísimo el vino de esa zona, oye....

Y con esto, volvimos al vehículo para ponernos en marcha y salir tirando hacia el siguiente castillo, que queríamos ver antes de que se hiciese más tarde... Azay le Rideau.

Llegamos a buena hora... y aprovechamos que no estabamos demasiado cansados para ver el castillo antes de que se hiciera tarde...



Gilles Berthelot, el tesorero estatal de Francisco I y alcalde de Tours, comenzó a agregar este sitio ya fortificado, que era en parte la herencia de su esposa. Sin embargo, fue ella, Philippe Lesbahy, la que dirigió el curso de los trabajos, incluyendo la idea nueva de una escalera central (escalier d'honneur) que es la mayor innovación de Azay. Cuando Berthelot fue sospechado de la colusión en la malversación lo forzaron a escapar de Azay-le-Rideau incompleto en 1528; él nunca vio el château otra vez. En cambio, el rey confiscó la característica propiedad y lo dio como una recompensa a uno de sus soldados de alto rango.

Durante los siglos cambió varias veces de manos hasta principios del siglo XX, que fue adquirido por el gobierno francés y restaurado.

Lo más destacable, es la escalera de Honor, una escalera monumental abierta (las ventanas que se ven sobre la puerta de la entrada principal y que la gente se va asomando conforme las va subiendo), con rampas rectas y techo artesonado, y que atraviesa el edificio principal.



La salamandra, presente también por donde mirases...





Y los jardines te llevaban hasta la parte trasera, en donde podías contemplar el castillo bordeando el río desde otro ángulo



Una cosa que me resultó curiosa de aquí fue unos adornos dorados que se pueden contemplar sobre las esquinas de los tejados, en los edificios anexos al castillo.. no sé si tendrán alguna función o es meramente decorativo, pero quedaban muy bien.



Una vez que acabamos la visita, nos encaminamos hacia la autocaravana.

Recogimos todo, y salimos en dirección al siguiente y último castillo, ya que queríamos llegar antes de que anocheciese y verlo tranquilamente por la mañana, se trata del castillo de Ussé.



Cuando llegamos, todavía no era de noche. Cenamos tranquilamente, con una vista espectacular del edificio.



Después de la cena, y como tenemos por costumbre, salimos de la auto para dar un paseo por el pueblo... no tenemos nada mejor que hacer, y nos gusta recorrer las callejuelas, y ver las distintas construcciones... y casi sin darnos cuenta, se nos hace de noche, ofreciéndonos entonces el castillo una vista preciosa con la iluminación nocturna...



Y después de un día agotador, nos vamos a la cama.

Al día siguiente, volvemos a la carga... y entramos para ver el último de los castillos que visitamos en el valle del Loira...

Al mismo entrar, lo primero que vemos es la capilla



Parece que los lugareños, la llaman cariñosamente "La Notre Dame de Ussé"...





Y desde aquí salimos y observamos los jardines, que los hemos dejado en la parte inferior de la entrada...



A mí me recordaban un poco a los de Villandry (no por su extensión, sino por la disposición de las plantas alineadas por colores...)



Llegamos a la puerta de entrada



Es el símbolo del castillo medieval. Construido en su mayor parte en los siglos XV y XVI sobre la base de una fortaleza del siglo XI. Sus sucesivos propietarios aportaron cada uno su toque personal, dándole así un encanto único.
En 1521, Charles D'Espinay construyó la Colegiata, con sus soberbios sitiales de Jean Goujon.
En 1664, el Marqués dee Valentinay realiza las terrazas a la "Francesa", diseñadas por Le Nôtre, arquitecto de los jardines de Versalles. Ricamente adornados de flores y naranjos, algunos de estos son anteriores a 1789.
En 1690, se construyó el pabellón que hoy es el ala izquierda del castillo. Los propietarios no se olvidaron del interior de su mansión. Amueblado ricamente, en el siglo XVIII, los apartamentos reales, donde las paredes y sillerías siguen tapizadas con las suntuosas sedas originales. Y encargaron a los maestros ebanístas de la época muebles que en su mayoría fueron inventariados en 1781 y siguen adornando en la actualidad las mismas habitaciones del castillo.
En 1885 la Condesa de Rochejacquelin sin herederos, lega Ussé a su sobrino el Conde de Blacas que lo enriqueció con sus colecciones y recuerdos de su antepasado, el Ministro de Luis XVIII.

Ussé sigue siendo la propiedad y la residencia de sus descendientes, y tiene el privilegio y atractivo único de poder acoger a sus visitantes en una mansión única, habitada hoy en día por sus antiguos propietarios.

La nota original en este castillo, es la leyenda de que en él se inspiró el famoso autor de cuentos Perrault, en una de sus visitas a la zona, para crear el cuento de "La Bella Durmiente del bosque", de hecho, hay un torreón dedicado por entero al cuento, con los personajes en las distintas habitaciones y la recreación del mismo



También pueden verse las botas de siete leguas y más objetos relacionados con otros cuentos de Perrault



La verdad es que no se puede ver ni la mitad del castillo... supongo que la mayor parte es para uso de los dueños... y te quedas con ganas de ver los demás torreones, pero... es lo que hay, jejejej

Después de verlo todo, bajamos hasta donde está la autocaravana... es temprano, y nuestra idea es salir cuanto antes y empezar a bajar de camino ya hacia España.

Aunque vamos ya de vuelta a casa, también tenemos previstas un par de paradas por el camino... y lo siguiente que queremos ver es un pueblecito llamado Oradour Sur Glane.

Después de viajar durante la mayor parte del día (con gran dolor de nuestro corazón, pues vemos como se nos acaban las vacaciones...),





llegamos hasta Oradour a buena hora para visitarlo, así que, sin perder tiempo, fuimos derechos hacia la zona de entrada que es el museo...



En este pueblo tuvo lugar una masacre perpetrada por los alemanes. Se ensañaron con todo el pueblo y mataron a seiscientas y pico personas, entre hombres, mujeres y niños...

A partir de ahí, el pueblo volvió a renacer, pero en un terreno cercano, y hoy en día, la parte del pueblo que fué masacrada permanece intacta, para que todo el mundo sea testigo de la matanza que tuvo lugar allí.



La verdad es que ver los edificios derruidos es estremecedor



y no dejas de pensar en lo que debió de ser aquel día fatídico



en el cementerio un monumento recuerda las víctimas



y entre otras, hay una placa con el nombre de los españoles que habitaban en Oradour y murieron ese día...



En fin... la verdad es que vas con idea de que va a ser una visita triste... y no te equivocas... e intentas terminar y salir cuanto antes, para no pensar en el infierno que tuvo que ser...

Así que, desde allí salimos y llegamos adonde tenemos la auto. Cenamos, y nos dedicamos a descansar... a Toño le espera un día bueno de carretera por la mañana, y necesita estar bien descansado....

Por la mañana, desayunamos y salimos tirando en cuanto podemos. Por el camino ya vamos contando anécdotas de todo el viaje... y comentando todo lo que hemos vivido en estos días... nos lamentamos porque ya empezamos a darnos cuenta que nos quedan escasamente tres o cuatro días para terminar el viaje...

Nuestro siguiente destino de camino a casa es Lourdes. Aunque nos han hablado de unas cuevas muy bonitas al lado (y como no tenemos ganas de regresar, jejejej), llamadas las grutas de Betharram, y nos dirijimos directamente hacia allí....

En realidad, llegar no fue difícil... y a la entrada tienen un amplio aparcamiento en el que también hay un espacio reservado para las autocaravanas.

Después de aparcar y dejar todo recogido, bajamos y entramos en las cuevas.



Lo que nos atrajo de ellas entre otras cosas, es la forma de acceder y el recorrido, pues para empezar, hay que ir en autobús hasta la zona en donde empieza la visita.... y después hay un tramo grande que se realiza a pie, bajando y bajando escaleras... para luego tomar una barca en el río subterráneo, a 80 metros bajo el nivel del mar, cruzar al otro extremo de la gruta y subiéndose a un tren que emprende el camino de salida a la superficie en un tramo de 800 metros.



Y mereció la pena la visita, porque la verdad es que eran una maravilla...

Una vez vistas las grutas, salimos y nos encaminamos hacia el aparcamiento, en donde estaban esperando ya para que sacáramos los vehículos, pues lo cerraban cuando terminaba el día... o sea, que ahí no se podía pernoctar.... así que, pensamos que lo mejor era acercarnos a Lourdes, que estaba muy cerquita, y ya dormir allí.

Llegar fue fácil... lo difícil fue aparcar, jejeje increíble la cantidad de vehículos, y de AC's que hay en esa ciudad... no sé si tanto turismo será lo habitual(aunque imagino que sí, pues los hoteles eran el único negocio que vimos en la localidad... increíble la cantidad de hoteles que hay en Lourdes... es algo que me dejó perpleja...), pero estaba totalmente abarrotada...

Después de dar unas cuantas vueltas, aparcamos en una calle a tomar un bocado, pues estabamos famélicos... y después, probamos por enésima vez a entrar en uno de los aparcamientos para AC's y autobuses.... con la suerte de que encontramos un hueco, y aprovechamos para meternos y aparcar la auto.



Una vez instalados en el aparcamiento y como ya estabamos cenados, nos decidimos a salir un rato y dar un garbeo por el centro... para situarnos y ver donde está la Basílica...





Se nos hizo de noche cuando llegamos a donde está la Virgen



y nos encontramos con que había un encuentro multitudinario y cientos de personas portando velas, que le daban a la visita nocturna a la Basílica, un toque especial...



La gente caminaba como en procesión por la explanada, con las velas encendidas al tiempo que una voz femenina rezaba y cantaba (en francés, así que no nos enteramos de mucho). Como no nos lo esperábamos, nos quedamos alucinados... era grandioso y espeluznante a la vez... a mí al menos, me resulto un poco sobrecogedor...



Nos esperamos hasta que terminó, y continuamos nuestro paseo



la gruta estaba abarrotada, por lo que decidimos salir y volver a la auto, ya regresaríamos por la mañana con más tiempo.

Cuando despertamos, la niebla cubría los altos pirineos y no dejaba ver las cumbres...



Volvimos de nuevo a la basílica, esta vez con más luz para poderla ver en todo su esplendor...



es magnífica... bajamos hasta la gruta de las apariciones, en donde escuchamos dos misas, una en francés y otra en castellano (había un grupo palentino que por la noche nos había animado a escuchar la misa en español, pero la hora prevista se había retrasado por la misa en francés... y al final, nos escuchamos ambas)



También pasamos a la capilla que hay bajo la iglesia de la Basílica



y después de recorrer de nuevo la enorme explanada y las diferentes capillas



salimos ya hasta el aparcamiento... era hora de cruzar la frontera y volver a nuestra querida España....

Bueno... y esto es todo lo que hemos visitado en el mes que permanecimos por tierra francesa...

Cuando cruzamos la frontera, lo hicimos por Huesca, ya que nos habían hablado de la pista de patinaje sobre hielo que hay en Jaca, y queríamos que los críos disfrutasen un poco... pero resulta que cuando llegamos a Jaca, la pista estaba casualmente cerrada ese día por razones técnicas.... así que, y con todo el dolor de nuestro corazón, seguimos adelante, y aprovechamos para seguir bajando y hacer kilometros....

De esta forma, llegamos hasta Teruel. Teníamos pensado llegar hasta el aparcamiento de Dinópolis, pues es un lugar apto para descansar y está permitido el aparcamiento a las autocaravanas, pero cuando llegamos, estaba tan solitario que nos buscamos una calle algo más al interior, con buena iluminación y menos solitaria.

Como Teruel ya nos lo conocemos, pues hemos estado otras veces, con autocaravana y en nuestra época de tienda de campaña, no nos quedamos a visitar la ciudad.

Cenamos y nos acostamos a descansar (Antonio ya estaba molido después de la paliza a kms. del día anterior).

Por la mañana, nos levantamos temprano... desayunamos, y después de unos minutos de relax, salimos dirección a nuestra casita... a la que ya teníamos ganas de volver también.

Bueno, por una parte... teníamos ganas de volver... eran demasiados días fuera de casa... sobre todo el tema más delicado había sido la ropa, aunque nos habíamos apañado muy bien...

Pero por otro lado... nos daba verdadera lástima que terminara un viaje tan maravilloso.... además de dar gracias a la virgen (se las dimos también en Lourdes, jejejej) por guiarnos y protegernos durante todo el tiempo... y poder disfrutar de cada minuto, con un tiempo excelente (no nos llovió apenas durante todas las vacaciones)

Y así es como llegamos hasta nuestra casa... con mucha tristeza por ver como se acababa un viaje tan fantástico, pero planeando ya donde iremos el mes de las próximas vacaciones de verano... ¿Te animas a dar sugerencias? jejejeje

En fin.. espero que os haya gustado el relato tanto como a mí contároslo.