La mejor manera de comenzar el 2012, es celebrar la cena de fin de año entre tus mejores amigos, y nosotros lo trasladamos un poco más tarde, durante los días 27, 28 y 29 de el mes de enero en el Santuario del Cristo de los Villajos, junto a Campo de Criptana.
La llegada la hicimos el viernes por la tarde/noche, y como disponemos del local anexo al santuario para permanecer en él y utilizar las instalaciones,
los saludos, bienvenidas y abrazos se llevaron a cabo dentro del salón, junto al fuego de la gran chimenea, porque fuera, hacía un frío de mil demonios, jejejje....
En el exterior hacía bastante frío, pero al lado de la chimenea se estaba genial y aprovechamos para cenar y después continuar una larga velada todos juntos, hasta que poco a poco nos fuimos retirando a descansar.
El sábado por la mañana habíamos quedado en reunirnos para desayunar tostadas así que, conforme nos levantábamos íbamos con nuestra bandeja al salón y allí tomamos el desayuno.
La chimenea se vuelve a encender, si no, no hay quien esté aquí dentro
Y después del estupendo desayuno, los chicos salieron a disfrutar de la mañana...
y los mayores nos quedamos un rato charlando para después salir a pasear y deshacer el desayuno... la mañana era fresquita pero apetecía también salir a dar un paseo.
Y sin darnos cuenta, se hizo la hora de comenzar con la faena. Teníamos previsto comer migas, y para ello todos debíamos colaborar con el cocinero en trocear los ingredientes, así que nos pusimos manos a la obra y pasamos un buen rato ayudando todos en la elaboración de la comida.
El cocinero se puso entonces a su tarea...
menuda pinta que empezaba ya a tener el asunto... la boca se nos hacía agua...
Mientras se hacían las migas y no se hacían, íbamos preparando el cuerpo con algunas tonterías
yo creo que si no, el cuerpo no aguanta, jajaja ... y al fin, salieron unas migas impresionantes.
Que tardaron na y menos en desaparecer, jeje... Acabamos todos llenos, y después nos sentamos un rato en la sobremesa, para reposar la comida y descansar del ajetreo.
Por la tarde, salimos otro rato a pasear por las cercanías y después los chicos tuvieron un rato de manualidades. Como el día era frío, se dedicaron a hacer figuritas con pasta de sal.
Cuando terminaron, dejaron sus obras de arte junto al fuego, para que se secasen.
La tarde se pasó en un suspiro, y enseguida llegaron los preparativos para la cena. En esta ocasión queríamos celebrar nuestra particular "Nochevieja", aunque fuera con un mes de retraso.
Mientras unos cuantos se acercaban a por la cena (que previamente habíamos encargado en Alcázar), otros comenzábamos los preparativos.
Habíamos quedado en traer cada uno aperitivos, pero era tal la cantidad de comida que había, que la mitad de los aperitivos decidimos dejarlos para el día siguiente.
Tras la cena, comenzó la música y el baile... aleee, todos a bailar el "Ai se eu te pego"... la verdad que lo pasamos de vicio... música, charla, dulces...
Y como toda Nochevieja que se precie, tuvimos nuestras campanadas
eso sí, en lugar de las típicas uvas, tomamos pasas, lacasitos, gominolas, conguitos, y todo tipo de pirindolo útil como sustitutivo de las uvas tradicionales.
Para mí que algunos ya iban algo perjudicaos... porque mira que ponerlas en formación...
Tuvimos hasta carillón, cuartos, campanadas, y hasta los mismisimos Ramonchu y Anne Igartiburu, con los que pasamos una velada inolvidable.
Qué bien lo pasamos...
Después de las uvas, aguantamos un poco más el baile, pero enseguida lo sustituimos por un gran corro y chistes a tutiplén... nos reímos hasta partirnos, y en cuanto el cansancio hizo acto de presencia nos fuimos retirando para descansar hasta el día siguiente.
El domingo no madrugamos tanto, pero también hubo tostadas conforme nos íbamos levantando.
Para esta mañana, estaba prevista la visita a Campo de Criptana y los molinos, por lo que en cuanto terminamos de desayunar salimos todos con las autocaravanas
Bueno, todos no, hubo dos deserciones, pero los dejamos a cargo de la chimenea en el santuario....
y también pasamos al museo de Sara Montiel, como no... no podía faltar un sitio para esta diva española en su localidad natal.
continuamos el paseo por el pueblecito, ya que merece verdaderamente la pena
entramos también a un museo casa-cueva, curioseando un poco...
Y al terminar todas las visitas, vuelta a las autocaravanas para regresar al Santuario.
Hace frío, pero lo hemos pasado genial con la visita, y ahora otra vez a calentarnos un rato junto al fuego...
Cuando llegamos era justo la hora de comer, y la preparación fué inmediata, pues teníamos todavía que terminar con las migas y el jamón asado de la noche anterior, así que sacamos en diez minutos todo el material, y en cuestión de media hora, todo el mundo moviendo la mandíbula y terminando con el avituallamiento.
Y el fin de semana llega a su fin, no damos tiempo más que a los cafés, pues la mayoría tenemos que salir temprano, así que después de organizar un poco y dejar el sitio en condiciones, nos despedimos hasta la próxima ocasión y vamos saliendo cada uno hacia su destino. Ahora, a esperar un nuevo fin de semana para encontrarnos de nuevo con todos nuestros amigos.
Al final, el viaje otra vez con la tristeza de que todo se acabó y debemos volver a la rutina, pero por otro lado... la esperanza de una nueva aventura, y pensar ya en nuestra siguiente salida... ¿Hacia donde giraremos?