Aunque ya hemos hecho más de un viaje en ella, estas son nuestras primeras vacaciones de verano a bordo de nuestra autocaravana.
Debido a la longitud que tendrá el relato, en el que contaré todo lo sucedido durante el mes que hemos pasado en Francia, he pensado que lo mejor era dividirlo en cuatro etapas (de una semana más o menos cada una) para que sea más agil la localización y lectura.
En esta primera parte, contaré como llegamos a territorio francés, y nuestra estancia en Poitiers, Puy du Fou, y parte baja de Bretaña.
En la segunda, continuaré con la parte superior de Bretaña, las playas de Normandía, recorriendo los pueblos que visitamos hasta la llegada a Paris.
La tercera etapa relatará los días pasados en Eurodisney, Paris, y Astérix.
Y la cuarta y última, será para relatar cómo vimos los castillos del Loire, y fuimos bajando hasta llegar de nuevo a España.
Espero que os gusten los comentarios y disfruteis con el relato de este maravilloso viaje.
Comenzaré este primer bloque diciendo que salimos el 7 de Julio, aunque nuestra salida estaba prevista para primeros de mes.... ¿La razón?... el bautizo de mis sobrinos, que estaba previsto para el día 6 de Julio, y por supuesto, no podíamos faltar, por lo que decidimos dejar la salida para el 7 por la mañana temprano.
Como el día 6 era domingo, dedicamos el fin de semana a preparar y dejar a punto la autocaravana, para el lunes, bien temprano, salir en cuanto nos levantásemos.
Así pues, y aún algo resacosos por la juerga del bautizo del día anterior, el lunes día 7 nos levantamos temprano y salimos disparados hacia la autocaravana (que ya estaba preparada) para salir en marcha.
Pero claro, por muy temprano que quieras salir, y por mucho que hayas dejado preparado, siempre tienes cosas de última hora que te hacen retrasarte, y al final, eran las 10 de la mañana cuando por fin salíamos del aparcamiento dirección a Legazpi.
También contabamos con que los primeros dos días eran una paliza de kms, pues queríamos llegar en ese tiempo hasta Poitiers.
La excitación era palpable. Aunque ya habíamos salido de España durante las vacaciones de Semana Santa a Lisboa, este viaje prometía mucho. Las expectativas eran pasar nada menos que un mes... fuera de España. Un mes recorriendo territorio francés, viendo lugares inolvidables, fantásticos y mágicos. Y eran demasiadas emociones para que los cuatro (mis hijos, mi marido y yo) estuvieramos calmados. A pesar de todo, tengo que decir que los niños no riñeron tanto como habitualmente, y el viaje hasta Madrid resultó bastante bueno.
Teníamos que parar al pasar Madrid en la casa Roulot, porque debíamos comprar líquido para el WC, ya que no nos quedaba apenas y eso sí que es indispensable para poder movernos con tranquilidad. A la 1:00 del mediodía llegamos al concesionario de AC’s y pudimos comprar el líquido antes de que cerrasen. Como ya íbamos algo cansados, aprovechamos para comer y descansar un buen rato antes de volver a salir.
Y así se nos hicieron las 3:00, hora en la que nos pusimos en marcha. Antes de nada, recargamos de gasoil en una gasolinera cercana, y seguimos rumbo al norte.
Seguimos a buena marcha... los críos ya iban algo más calmados, y el viaje se desarrollaba tranquilo. Llegamos a Burgos sobre las 6:30 de la tarde, había que repostar, y de nuevo hicimos una parada para merendar y volver a descansar.
Toño, que iba al volante ya acusaba el cansancio y necesitaba también tomarse un buen descanso.
Después de estirar las piernas y relajarse un poco, salimos otra vez en dirección a Vitoria. Llegamos al área de Legazpi alrededor de las 9:30 de la noche. Buena hora para cenar, y descansar.
Al terminar la cena, salimos un rato a dar un paseo por la zona. Aquí ya se notaba la diferencia de temperaturas. Durante todo el día el sol nos había envuelto cayendo despiadadamente sobre nosotros. Recuerdo que la comida en el concesionario de AC’s, había sido en un aparcamiento sin sombra alguna, expuestos al sol, y el calor era sofocante. En cambio, al llegar a la zona de Vitoria y más arriba, el cielo se había encapotado, y amenazaba con llover. Al menos, pensamos nosotros, este verano iba a ser más fresquito que los anteriores, jeje.
Después del ligero paseo, y aunque ya estaban todos los establecimientos cerrados, buscamos una panadería cercana para comprar el pan a la mañana siguiente cuando nos levantásemos (nunca viene mal saber donde están ubicadas las tiendas), y después resolvimos volver a descansar a la auto, pues el día siguiente sería igual, hasta que llegaramos adonde teníamos pensado. Así que nos metimos en la auto y nos tomamos un vaso de leche antes de dormir.
La mañana del día 8 amaneció con algo de sol, pero con pinta de llover. No cayó agua, pero estuvo continuamente amenazando hasta que cruzamos la frontera, por la zona de Irún y la primera población francesa que encontramos fue Hendaye, donde curiosamente volvió a salir el sol y se mantuvo durante otra buena parte del trayecto. Prácticamente no nos enteramos cuando cruzamos de una a la otra ya que hoy en día la frontera no existe. De que nos dimos cuenta, estabamos en territorio francés.
A partir de este momento, no cerrabamos los ojos, ninguno, jejeje... todo nos parecía novedoso y sobre todo mis hijos, alucinaban ante tanto cartel en francés, y en suma, todo lo que miraban.
Así, en estado catatónico, observando el paisaje, conseguimos llegar hasta Bordeaux. Queríamos parar, pues me había dado cuenta de que el tiempo no parecía mejorar, sino al contrario amenazaba con tormenta, y en vistas de que no llevabamos más que unos tristes paraguas, pensamos parar en un hiper y comprar unos chubasqueros para los críos, más llevaderos que los paraguas.
En estas estábamos, cuando paramos en la gasolinera al pasar Burdeos, y decidimos comer en el área de descanso que había al lado. De golpe, el estado catatónico en el que nos encontrábamos cambió para convertirse en principios de infarto, pues el primer susto nos lo llevamos al aparcar en el área de descanso. Nos damos cuenta de que no funciona nada dentro del habitáculo. Ni funciona la luz, ni el agua, ni nada. Es decir, la batería como si no estuviera.... eso, nada más entrar en terreno francés, sin conocimientos del idioma y con un mes por delante de incertidumbres. ¿Qué hacemos???....
Lo primero, comemos... jejeje... hay que llenar el estómago y pensar mientras tanto en alguna solución.
Preparo la comida mientras Toño revisa las baterías y cree que la solución quizá está en una batería nueva, aunque tampoco lo tiene claro.
Pues nada, después de comer y repostar, salimos para Poitiers, y justamente al llegar a la ciudad, nos encontramos con un Auchan (Alcampo), compramos los chubasqueros, y seguimos calentándonos la cabeza, pues no encontramos la solución y seguimos sin energía en el habitáculo. Se hace tarde, necesitamos solucionar el tema antes que anochezca. Cuando ya pensábamos en hablar con alguien o preguntar por algún taller mecánico, vemos en la zona comercial un Feubert. Inmediatamente nos dirigimos hacia allí y Toño entra para comprar con urgencia la batería. Como eran cerca de las 8, estaban a punto de cerrar y no querían vendernos nada, con la excusa de que ellos ya no tenían tiempo de colocarla, pero Toño, tras explicarles como puede que la nuestra a pasado a mejor vida, y asegurándoles que no hace falta que ellos la instalen, consigue una batería nueva justo antes de cerrar.
De esta forma, nos dirigimos hacia el aparcamiento de Le Futuroscope, nuestro primer destino. Cogemos el ticket del aparcamiento en la entrada y buscamos un lugar en el espacioso parking, en donde pasaríamos los siguientes dos días.
Tras aparcar, y aprovechando que todavía había luz, mi marido se pone manos a la obra, y cambia las baterías. Efectivamente, el problema era ese, y gracias al cielo (y a mi marido, todo hay que decirlo) la energía vuelve al habitáculo, y todo vuelve a funcionar con normalidad.
Después de unos soplidos vaciando los pulmones, y mostrando nuestro descanso, decidimos dar un paseo y echar un vistacillo a la entrada del parque.
Como todavía estaba abierto, nos informamos del horario y demás detalles para preparar la visita del día siguiente.
Después del paseo, volvimos a la AC, cenamos tranquilamente, y nos acostamos pronto, pues pensabamos levantarnos bien temprano y disfrutar al máximo.
Y por fin amaneció. Aunque el desayuno fue recio, pues queríamos tener fuerzas para pasar toda la mañana con energías, no podíamos evitar los nervios ante lo que nos ibamos a encontrar, y las ganas de salir pitando y entrar en el parque nos hicieron terminar más aprisa de lo acostumbrado. Preparamos una buena mochila con bocatas y agua, y salimos preparados para pasar todo el dia en el parque.
Después de sacar las entradas (sacamos para dos días, pues el parque es grande y no queríamos dejarnos nada sin ver), nos dirigimos hacia la zona de los traductores y una vez provistos de nuestros cacharrillos, comenzamos la visita.
Aunque las expectativas eran grandes, pues nos habían hablado muy bien de Futuroscope, tengo que decir que no nos defraudó en absoluto. El parque es una maravilla.
Los edificios... son francamente futuristas y preciosos (y eso que ya tienen algunos años... me imagino cuando lo inauguraron, debió ser la caña...)
El parque tiene infinidad de edificios, que es en donde se encuentran las salas de proyección. Prácticamente la mayoría de las atracciones son salas de 3D, simuladores, etc.... todo con muchos horarios adaptables para poder verlos sin problemas...
Pasó el tiempo casi sin darnos cuenta. En cada una de las salas había algo especial que nos llamaba la atención, o que nos parecía asombroso, y lo cierto es que disfrutamos de un día estupendo, y pudimos ver prácticamente todo el parque, que contaba también con unas enormes gradas para poder ver sin dificultad el espectáculo nocturno
Que dan justamente a este escenario, en el que tenía lugar el espectáculo de luces, sonido, fuegos artificiales, etc...
Como se puede ver, detrás de la pantalla grande, lo que se ve en el edificio es una cascada de agua (es que no sé si se aprecia bien). La verdad es que todo el parque es una maravilla....
También tenía un mirador panorámico, de esos que te suben girando para que veas el parque entero desde arriba...
Y ver imagenes como éstas
A última hora de la tarde, salimos para darnos un descanso y tomar la cena tranquilamente en la auto. Teníamos pensado cenar rápido pues a las diez y media tenía lugar el espectáculo nocturno en la zona del lago. Un espectáculo de luces, agua, sonidos y fuegos artificiales (algo que después nos percatamos, debía ser la moda de este verano, pues era la tónica habitual de cuantos castillos y parques visitamos).
Así que, después de tomar un bocado y echarnos un rato para relajarnos, salimos con unas chaquetillas (pues hacía algo de fresco) y volvimos a entrar al parque para ver dicho espectáculo. Tampoco nos desilusionó.
Salimos alucinados una vez más y volvimos ya definitivamente para tomar un vaso de leche y acostarnos.
El día siguiente, como ya conocíamos el parque, desayunamos algo más relajados, volvimos a hacer nuestra mochila y de nuevo entramos para aprovechar el día viendo otra vez lo que más nos había gustado. Como ya teníamos prácticamente todo visto, nos tomamos la visita con más calma que el día anterior. El calor se notó más este día, hasta el punto que al mediodía nos sentamos en una de las numerosas terrazas y nos tomamos unos helados los críos y unas cervezas bien fresquitas nosotros. Disfrutamos más de las diferentes atracciones, pudimos ver más detalles de las distintas proyecciones en las salas... en fin, creo que nos vino bien este segundo día para poder disfrutar a tope del lugar.
A media tarde, y cansados ya de dar vueltas por todo el recinto, habiéndolo visto todo, pensamos que lo mejor era salir de Poitiers y dirigirnos, como teníamos previsto hacia Puy du Fou, para poder pernoctar en el sitio y entrar a ese parque temático por la mañana temprano también. Además, teníamos que comprar pan y algunas cosas más, así que, dicho y hecho, nos encaminamos hacia la AC y después de comprar en el hipermercado que hay pegado al parque y pagar los dos días de parking, a las 7:00 de la tarde nos pusimos en camino hacia Puy du Fou, llegando a nuestro destino a las 12:00 de la noche.
Puy du Fou es un parque dedicado al tema medieval. Al no ser especialmente conocido, pensabamos que el aparcamiento y demás, estaría más complicado que en Futuroscope... y nuestra sorpresa fue que nos encontramos con un parking enorme sólo para AC’s...
en el que no habría menos de mil... en fin... boquiabiertos nos quedamos.
Nada más llegar, y aunque era ya tarde, salimos de la auto a dar un paseo por la zona para ver la entrada del parque y los alrededores.
El tiempo era algo desapacible, bastante más frío que por Poitiers, amenazaba tormenta y ya caían ligeras gotas de un chirimiri que aunque no molestaba, calaba lentamente en las ropas... se notaba que habíamos subido a una zona más al norte.
El paseo fue más bien rápido, ya que al ser tan tarde estaba ya todo cerrado. El entorno del parque es un bosque, y la oscuridad y el silencio tan grande nos decidieron a volver y meternos en la cama hasta el día siguiente.
Por la mañana, bien temprano, nos dispusimos a desayunar, y al igual que cuando llegamos a Poitiers, la impaciencia por lo desconocido nos hizo comer más rápido que de costumbre para salir cuanto antes a visitar el parque.
Cuando ya habíamos preparado todo, salimos hacia la entrada. Compramos otra vez tickets para dos días, por la misma razón que en Futuroscope. El parque es grande, y con un día seguro que no lo veíamos al completo.
Qué decir de Puy du Fou... no tiene desperdicio, a pesar de ser el parque que menos confianza nos proporcionaba, para mí es de lo mejor que he visto en mi vida. Es un parque con temática medieval en donde no hay atracciones, sino espectáculos. Tiene seis espectáculos principales que no deben perderse, y luego algunas actuaciones de relleno para completar el tiempo restante. Al igual que en Futuroscope, cada espectáculo tiene distintos horarios a lo largo del día para que cada cual lo acople a su gusto.
Los aparatos traductores no te los dejan a fin de que los devuelvas, como era el caso de Futuroscope. Aquí los tienes que comprar, aunque puedes comprarlos sencillos, o dobles. Nosotros compramos dos dobles, nos salía más económico. Y luego, una vez fuera del parque, sirven como radio.
Los espectáculos nos dejaron francamente maravillados, tanto La batalla de DonJon (con una exhibición de jinetes y caballos que nos dejó perplejos)
, como las carreras de cuadrigas en el anfiteatro
la lucha de los mosqueteros en el teatro (un teatro en el que incluso meten caballos e inundan con agua)
o el incendio en la ciudad vikinga...
no tiene desperdicio...
Además, el parque cuenta con un espectáculo nocturno que no se realiza más que los sábados, el Cinéscénie, pero para verlo hay que hacer reserva previa. Pues bien, tanto nos gustó todo, que aún sin reserva, nos movimos hasta conseguir finalmente las entradas y poder verlo.
A todo esto se había hecho algo tarde y no habíamos cenado, el espectáculo comenzaba a las diez y media, pero por conseguir las entradas y guardar cola, aguantamos sin tomar nada desde la merienda. A los niños, que ya notaban un poco de gusanillo, les compramos unas papas y tal, para que aguantasen, pues acabaría algo tarde... pero el caso es que con todo el lío no habíamos cenado.
Nos costó un ojo de la cara, pero como dije al final, vale lo que cuesta.... Un espectáculo en el que intervienen 1600 personas, entre actores y personal necesario para llevar todo a cabo. El escenario es prácticamente todo el valle, con el lago como parte de dicho escenario, y un castillo real al fondo. Francamente increíble... realmente espectacular.
Salimos totalmente alucinados después de ver esa maravilla. Y desde luego, mereció la pena.... al terminar, ya eran las tantas de la noche... y nos fuimos a dormir (aunque antes tomamos unos vasos de leche acompañados con algo sólido).
Otro día más, y de nuevo tocaba pasar al Puy du Fou. Tal y como nos pasó en Futuroscope, el segundo día nos lo tomamos más relajado... ya sabíamos lo que había, y nos dedicamos a ver los espectáculos que más nos habían gustado... aunque después de ver el Cinéscénie la noche anterior, creo que ya nada nos pareció suficiente, jejej...
Otra cosa que me gustó mucho fué un reloj de carillón...
Es un reloj con una pareja a tamaño natural... cuando daba las horas y las medias, la pareja se movía dando vueltas... y la mujer (se supone) le reñía al hombre para que tocase la campana, jejee era monísimo.
Y aquí, al igual que hicimos en el otro parque, estuvimos hasta media tarde... y una vez que ya teníamos todo visto, decidimos salir del parque y tomar rumbo al siguiente destino.
Y así fué como llegamos antes de anochecer al bonito pueblo de Carnac, famoso por sus alineamientos de menhires.
Al llegar allí, nos dirigimos derechitos hacia el parking de autocaravanas, que como en prácticamente todos los pueblos en Francia, está preparado para el vaciado y llenado de agua y otros servicos para AC's.
Cuando terminamos de instalarnos, salimos para dar el paseito de rigor por el pueblo
pero no llegamos más que hasta la esquina, pues ya anochecía y teníamos ganas de cenar y descansar... el día había sido demasiado largo...
Y ya por la mañana, que amaneció un sol precioso, salimos andando para ver el pueblecito...
A mí me pareció precioso... las casas ya tienen esa forma característica del medievo bretón... y como para nosotros son construcciones a las que no estamos acostumbrados, todas las casas nos parecían bonitas y singulares...
Pasamos por un mercadillo en el que vimos unos pollos asados con una pinta estupenda... pensamos en comprar uno, pero lo dejamos para la vuelta, de lo cual nos arrepentimos más tarde... pues a la vuelta, ya no quedaba ni un pollo... y tuvimos que pensar en otra comida...
Pues llegamos hasta la playa...
Y aunque estaba decidida a mojarme en ella, lo cierto es que sólo metí los pies, jejejej no hacía tiempo para pegarse un buen baño... o al menos, no para mí...
Desde allí, nos acercamos para ver las alineaciones de monolitos y los dólmenes, característica que hace tan famosa a esta localidad.
Bajamos, salimos a observar la inmensa cantidad de piedras colocadas todas tan ordenaditas... que la verdad impresiona... parece increíble como en la antiguedad se las apañarían para mover esos pedruscos enormes y colocarlos así... y todos alineados.... lo cierto es que es algo curioso de ver...
Al terminar, comimos tranquilamente (aunque no pudo ser el pollo que habíamos previsto...) y desde allí tomamos rumbo hacia Quiberón.
Nos apetecía llegar hasta el final de la pequeña península. Fue realmente curioso circular por una carretera viendo playa a ambos lados de la misma...
Paramos a ver un fuerte que hay a medio camino, y ahí hicimos algunas fotos. Después, nos dirigimos hasta el final y volvímos por su Côte Sauvage (Costa salvaje)
Preciosa esa zona... bajamos también de la auto para admirar el paisaje. Y aunque me hubiera gustado darme un buen baño en estas bonitas playas, desistí... yo necesito más grados para meterme en el agua, jejeje.. será que en España estamos mal acostumbrados.
Cuando terminamos de pasearnos por esta curiosa península, volvimos de nuevo al vehículo. Y así comenzamos la segunda etapa de nuestras vacaciones...
Bienvenido a nuestro blog.
Antes de comenzar a leer, te recomiendo que te pongas cómodo, los relatos por lo general son largos, así que... prepárate un cafetillo (o cualquier cosa que te apetezca), relájate... y disfruta de la lectura.
Espero que te guste y vuelvas pronto para leer mi próximo viaje..
miércoles, 1 de octubre de 2008
Vacaciones en Francia (I)
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Que gozada, poder leer con tanto detalle.
ResponderEliminarUn abrazo
f248
Buenos comentarios, mejores fotografias, pero a mi entender falta una cosa fundamental COORDENAS de los sitios de AC.
ResponderEliminarUn cordial saludo José.
Hola José, gracias por pasarte y comentar. Respecto a lo que comentas de las coordenadas, pues nosotros enfocamos el blog a contar nuestras experiencias durante los viajes y antes de poner unas coordenadas prefiero explicar mejor el lugar para llegar a él, porque cuando pasa el tiempo (y me refiero a años) los parkings o áreas pueden cambiar y mucho.
EliminarPrecisamente esta entrada que has visto y donde me dejas el comentario es del 2008... yo no sé si los sitios en los que estuve entonces seguirán habilitados ahora... Además en algunos casos no llevamos ni coordenadas porque son visitas que no llevábamos previstas y en otros, aún llevándolas hemos cambiado de sitio y al final no son las mismas.
Pero si alguien nos consulta por correo, no tenemos ningún problema en buscar entre nuestras notas y facilitar alguna coordenada específica si la localizamos, indicando siempre por supuesto, la fecha en la que la utilizamos.
Espero haber aclarado tu duda al respecto.
Saludetes.
Pilar