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Antes de comenzar a leer, te recomiendo que te pongas cómodo, los relatos por lo general son largos, así que... prepárate un cafetillo (o cualquier cosa que te apetezca), relájate... y disfruta de la lectura.



Espero que te guste y vuelvas pronto para leer mi próximo viaje..







martes, 16 de febrero de 2016

Campanadas de fin de año en Daimiel





Durante el último fin de semana de enero, nos ponemos otra vez en marcha para reunirnos con nuestros amigos en Daimiel, y después de organizar  todo en la autocaravana salimos, esta vez sin nuestro hijo Antonio (que últimamente no suele acompañarnos) , y vamos sólo con Belén.


Nos volvimos a encontrar en casa de nuestros amigos Ramón y M. Carmen, que amablemente nos acogieron a todos los amigos y nos ofrecieron su casa, para poder pasar todo el fin de semana entre amigos.

Como llevábamos un tiempo queriendo que todos probasen un plato típico de nuestra tierra, habíamos quedado que en la próxima salida, haríamos unos gazpachos manchegos. Lo malo es que en esta ocasión nos juntaríamos unas cincuenta personas y yo en mi vida he cocinado para tanta gente, así que iba con un poco de miedo (por no decir un mucho, jejeje) pero nos metimos en harina al mismo llegar...

En cuanto entramos nos pusimos manos a la obra, a preparar lo necesario para hacer el gazpacho que comeríamos al día siguiente. Queríamos dejar todo lo que pudiésemos preparado, ya que por la mañana saldríamos a visitar un par de cosas y nos gustaría comer nada más volver del pueblo, así que  nos pasamos buena parte de la noche con los preparativos. Entre todos se pasó el tiempo volando y de que nos dimos cuenta, teníamos organizado el tema...



La verdad es que lo pasamos genial, entre pucheros y conversación hasta las tantas...


preparamos lo necesario, cociendo la carne, sofriendo las verduras y deshuesando todo


hasta que dejamos las cosas listas nada más que para echar las tortas cenceñas una vez que llegásemos a la hora de comer



y después de tanto trajín y de tanta charla, a descansar para estar preparados para el día siguiente.

Amaneció un día estupendo, que nos vino de perlas para comenzar las visitas, como nos gusta bastante caminar, disfrutamos bastante durante el trayecto y viendo lo que habíamos previsto.



paseamos por las calles de Daimiel, llegamos hasta la iglesia


y recorrimos un buen trecho mientras charlabamos y disfrutábamos de la arquitectura y el ambiente por la localidad




Entre otros sitios, llegamos hasta el Museo Comarcal de Daimiel




donde realizamos una interesante visita.




en cuanto acabamos el recorrido previsto, regresamos para comenzar con el aperitivo que se preparó en un periquete...y por supuesto, los gazpachos...



que como es habitual sorprendió a muchos de nuestros amigos, ya que no son muy conocidos fuera de nuestra región.

Con una breve explicación para quien no los había comido nunca al modo más tradicional, es decir, con la torta fresca debajo, que luego untada de miel hace función de postre... uhmmmm riquísimos.

Yo creo que al final no salieron muy mal, jejeje o que había muchas ganas de llenar el estómago, el caso es que se comieron y todos quedaron contentos que era de lo que se trataba.

En los postres, los más jóvenes nos amenizaron con un baile en plan flash move, que les quedó genial, y eso que casi no tuvieron tiempo de ensayar!!

y estuvimos toda la tarde de cháchara hasta que llegó la noche.... volvimos a sacar las mesas, tomamos un bocado, y después noche de fiesta, todos con falda que era el tema de la fiesta,



y más tarde incluso campanadas, para celebrar nuestra particular nochevieja... música, karaoke, baile, y risas, muchas risas, que bien lo pasamos....

Después de un buen descanso, nos levantamos con energía y además desayunamos con churros, para tomar fuerzas antes de emprender la marcha, el día también soleado nos acompaña en nuestra ruta



y llegamos para visitar el castillo de Bolaños de Calatrava.



La visita es teatralizada, y eso hace que se nos haga mucho más divertida y amena.



Las risas están aseguradas, aunque también atendemos a las explicaciones.





tras un rato de representación, subimos a la parte alta de la torre del homenaje (que por lo que parece, es lo único que queda en pie del castillo...) en donde tiene lugar otra parte de la representación. Ha sido corta, pero nos hemos divertido un rato.



Desde la parte superior de la torre del homenaje se pueden ver las autos, y a mí que me encanta hacer esas fotos, pues ale... a disparar a las autocaravanas desde arriba, jeje...


y nos fijamos también que el cielo está plagado de cigüeñas... resulta hipnótico...



volvemos al interior y seguimos recorriendo estancias del castillo...


no nos podíamos quedar sin probar el trono, jejejeje.... el rey de la casa...



nos entretenemos un poco viendo también la iglesia





cuando terminamos, regresamos de nuevo a las autos, y preparamos todo para comer. En un periquete, habíamos comido y estábamos de charla comentando las visitas.

Y después de una sobremesa estupenda, dimos por terminado este fantástico fin de semana. Cuando vimos que era hora de salir, recogimos bártulos y nos despedimos de nuestros amigos, para ponernos en marcha y llegar a casa.

Como siempre, por el camino nos sentíamos tristes porque lo habíamos pasado genial y no queríamos que acabase, pero por otro lado, siempre con ilusión y nuevas ideas para las siguientes salidas.





2 comentarios:

  1. Que envidia sana me das.... cuanto me gustaría a mi poder disfrutar de viajes como los vuestros. Pero como no puedo, os deseo lo mejor

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    1. Gracias Nino. Me alegro de que te guste y ya sabes, te "lias la manta a la cabeza" y a disfrutar tu también.
      Un Saludo.
      Antonio

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