Bienvenido a nuestro blog.

Antes de comenzar a leer, te recomiendo que te pongas cómodo, los relatos por lo general son largos, así que... prepárate un cafetillo (o cualquier cosa que te apetezca), relájate... y disfruta de la lectura.



Espero que te guste y vuelvas pronto para leer mi próximo viaje..







viernes, 27 de enero de 2012

Verano 2011. Un paseo por el Benelux III



Como en las anteriores entradas, debo recordar que las fotos de todo el viaje las perdimos en el metro de Bruselas, en manos de un avispado carterista, por lo que las únicas imágenes a las que puedo recurrir son de la Olimpus que llevaba mi hija... el resto las he tomado prestadas para poder adornar un poco todo el relato...




Y continúo donde lo había dejado la entrada anterior... después de pasar un estupendo día en Amsterdam, volvemos al camping para terminar la jornada algo descontentos pues a pesar de ser uno de los lugares más caros en los que hemos pernoctado estas vacaciones, la relación calidad-precio deja bastante que desear... y decidimos acostarnos para descansar y esperando que por la mañana se vean las cosas de otra manera...


Lunes, 18 de Julio

Pero si el domingo nos acostamos desalentados por el camping en el que nos habíamos metido, el lunes no empezó mucho mejor que digamos...

Amaneció chispeando levemente (eso para empezar)... y nada más desayunar, mientras recogíamos lo del desayuno, una de las varillas de la ventana se estropeó y no había forma de cerrarla...

Para colmo, había dejado el boiler encendido toda la noche para mantener el agua caliente, pero la bajas temperaturas hicieron que el depósito se vaciase, de tal forma, que por la mañana no teníamos ni gota de agua...

Cuando conseguimos cerrar la dichosa ventana (aunque aún continuaba rota), yo me encargué de llevar la ropa a lavar, y como debía esperar un rato para secarla junto a otra lavadora, aproveché ese rato para volver a ducharme en las duchas del camping... Dejé para ello la ropa húmeda en el barreño y lo coloqué en el suelo en la parte trasera de la auto, justo al lado de la cocina, y no caí en decirle nada a mi marido y mi hijo, que en ese "mientrastanto" aprovecharon para mover la auto y llenar los depósitos de agua de nuevo, con tan mala suerte que la cafetera recién hecha al mover la auto, se volcó sobre el barreño de la ropa recién lavada....

Vamos, lo que se dice, levantarse con el pie izquierdo, jejeje... cuando volví de ducharme y me dirigí hacia el barreño, mi mosqueo era impresionante, jeje... afortunadamente la ropa apenas se había manchado, y fué más el desastre por el suelo y el fregador que otra cosa....

A todo esto la lluvia no cesaba, y con este chirimiri y después de dejar todo más o menos en condiciones, resolvimos salir cuanto antes y terminar de ver lo que queríamos en la ciudad.

Nada más llegar a la estación en el bus, nos encaminamos hacia lo que queríamos ver este día, la casa de Ana Frank.

Y esta visita es otra de las cosas que jamás olvidaremos... y es que, mientras hacíamos cola para entrar (una cola que teníamos para una hora por lo menos)... caía una fina lluvía...

La cola daba la vuelta al edificio y continuaba cruzando la calle... de pronto, comenzó a caer agua pero de una forma brutal, en dos minutos, cayó lo que no está escrito en los papeles... pero lo más sorprendente es que allí no se movía ni Cristo!!! todos los que estábamos haciendo cola aguantando como cosacos sin movernos ni una pizca!!! el personal de la casa de Ana Frank salió amablemente con paraguas para quien no llevase, pero en realidad, los paraguas no servían para nada, pues el aire era también algo fuerte, lo suficiente para romper los paraguas y hacerlos inservibles.

El caso es que ni impermeables ni leches, acabamos chorreando, pero chorreando como si nos hubiésemos caido a la piscina vestidos... pues igual...

Al cabo de poco más de media hora, conseguimos entrar a la casa... y dentro del edificio, nos adentramos de lleno en la vida de esa niña y se nos olvidó por completo la lluvia... impresionante visita que recomiendo a quien se ha leído el libro, yo al menos, comprendí mucho mejor su experiencia.

Y desde aquí (cuando salimos ya no llovía...) nos fuimos a disfrutar del mundo de la cerveza... directamente al Heineken Experience, jejeje.. que es la fábrica de Heineken que la han transformado de tal forma que es un museo interactivo, en el que te muestran cómo se hace la cerveza, cómo empezó el señor Heineken, y además te llevas dos puestas, jeje

Al salir seguía sin llover por lo que aprovechamos y nos dedicamos a recorrer barrios de Amsterdam, sus canales, sus fachadas tan estrechitas... es curiosa esa construcción de la que son maestros, con fachadas tan cortas... tanto, que casi todas las casas cuentan con una carrucha en la parte más alta de la fachada para poder meter los muebles más voluminosos que no caben por la puerta principal.

De hecho, en una de las calles nos encontramos con la fachada que dicen que es la más estrecha (¿del mundo?), creo que mide metro y medio y Antonio se hizo una foto estirando los brazos, en la que se veía la estrechez del edificio... impresionante, jeje.

Cuando nos cansamos de pasear, paramos a tomar unas cañas y descansamos en una plaza muy original (la plaza Max Euwe), con un ajedrez gigante, cuyas piezas son enormes y la gente puede jugar en la calle (comiendo antes para mover las piezas, jajaja....) Y que se debe a que este señor (Max Euwe) fué un famoso ajedrecista neerlandés.



Esta zona es ideal para hacer compras, pasear y tomar unas tapas, cañas, café o lo que te apetezca... nosotros paramos un rato, tomamos unas cañas mientras veíamos como jugaban unos chavales con el ajedrez y cuando descansamos un rato nos dirigimos ya hacia el tranvía que nos llevaría de nuevo al camping.

Gracias al cielo el tiempo no era excesivamente malo, cuando llegamos nos dedicamos a descansar y comprobar y revisar el resto de la ruta, y después de cenar y pasar una velada tranquila, nos fuimos a la cama para descansar y prepararnos para continuar el viaje por la mañana temprano.

Martes, 19 de Julio

Nos levantamos bastante pronto, y después de darnos una buena ducha y recoger bien todo, salimos cuanto antes de este camping que la verdad, nos había decepcionado bastante. De que nos quisimos dar cuenta estábamos aparcando en Leiden, en un parking bastante céntrico en el que pueden aparcar y pernoctar las autocaravanas... y aprovechamos que era temprano para hacer algunas compras en un super que teníamos justo frente al aparcamiento antes de salir a pasear y ver la localidad.

En realidad tardamos poco en hacer las compras, y en un ratito estábamos ya paseando... llegamos primero hasta la zona más céntrica para ver la fachada del Ayuntamiento, que según parece es la fachada renacentista más larga de los países bajos.


Nos pareció una ciudad preciosa, y durante el paseo paramos un par de veces a comprar unas minipizzas y algunas cosas para almorzar y también en una óptica, ya que teníamos unas gafas averiadas y necesitábamos de una reparación, jejeje... afortunadamente pudimos arreglar el tema y continuamos con el bonito paseo.

Nos pateamos toda la ciudad, llegando hasta la zona del castillo, una fortificación a la que se llega por una empinada escalera (con bastantes escalones por cierto....) y sobre la cima, se hallan las murallas y lo que queda (o sea prácticamente nada) del Burcht (o castillo).


Cuando salíamos nos encontramos con algo que nos hizo sonreir.... se trata de una bicicleta que en su parte delantera lleva una especie de cajón grande, y en Holanda es muy usado sobre todo para llevar a los niños más peques en los desplazamientos. Pero éste que vimos me hizo gracia porque iban por lo menos seis niños... vamos, lo que se podría denominar un Kinder-bus, jeje....

Continuamos para ver algunos molinos que también había por aquí...


Y aprovechamos también para tomar unas cañas y parar un poco, la verdad es que andar tanto abre el apetito bastante....

Tras un breve descanso, seguimos paseando, volvimos dando un gran rodeo pues queríamos ver también las dos puertas que aún quedan de la ciudad y que desde luego, merece la pena pasar por ellas... la Morschpoort


y la Zijlpoort


El paseo se nos alargó un poco, pero como nos resultó entretenido nos costó muy poco llegar hasta la autocaravana.

Aprovechamos para comer, descansar y relajarnos tras una larga mañana paseando.

A la tarde, salimos de nuevo a dar un garbeo cerca del canal, el día resultó soleado y la gente aprovechaba para salir y tumbarse a la orilla del canal, en el césped... se veían mamis con sus niños jugando en la orilla... críos jugando, parejas retozando... en fin, todo el mundo aprovechando los débiles rayitos de sol.

Por la noche también quisimos salir con la cámara y aprovechar para hacer unas fotos nocturnas... la verdad es que hicimos algunas preciosas de los molinos iluminados y reflejados en el agua.

Y después de la salida nocturna, volvimos de nuevo hacia la auto para descansar y dormir plácidamente hasta el día siguiente.


Miércoles, 20 de Julio

Otro día que no amaneció demasiado estropeado, recogemos todo bien y salimos tempranito para llegar cuanto antes a un lugar que ya teníamos bastantes ganas de ver... y no es otro que el parque de Madurodam.


Precioso parque, impresionante... lleno de edificios y canales en miniatura... todo reproducciones de edificios relevantes holandeses. Incluso grandes esclusas y diques famosos, que se abren y cierran a la llegada de los barcos hechos también a escala.


Pasamos todo un día fantástico entre reproducciones, trenes, barcos, aviones y toda clase de edificios a escala... aunque todos nos gustaron, hubo uno que nos sacó unas risas casi al final de la visita, y no era otro que un estadio de fútbol, en el que se representaba la final España-Holanda


Por supuesto, el enfoque principal del parque (que te muestran en una proyección dentro de una sala de cine) se haya en los diques y en el tesón de todos los holandeses que a lo largo de la historia han luchado contra la naturaleza, impidiendo que el agua se comiera el terreno y cómo han conseguido una red de diques y esclusas podría decirse que única en el mundo, y que si las ves de cerca, te das cuenta realmente de la grandeza de esas grandes obras de ingeniería creadas por el hombre.

En fin, pasamos una estupenda y soleada mañana disfrutando de una entretenida visita por todo el parque. Es grande, y como quieres ver todas y cada una de las construcciones (y muchas tienen movimiento... y sonidos, luces, etc...) pues se te va bastante tiempo en ver tantas y tantas cosas preciosas.

Pero como todo se acaba, la visita finalizó y volvimos a la dragoneta para tomar rumbo hacia nuestro siguiente punto de destino, Alblasserdam.

En esta localidad hay un área estupenda en el aparcamiento del puerto, así que llegamos a una buena hora para comer, y en cuanto aparcamos preparamos todo y nos pusimos manos a la obra.

Después de comer descansamos un rato y nos relajamos mientras contemplábamos las barcas, pero enseguida nos aburrimos y salimos a ver lo que había aquí, que es una zona perteneciente a esta localidad, llamada Kinderdijk y que posee la concentración más grande de molinos de viento (los típicos holandeses), todos ellos de distintos tipos y formas... y declarados por la Unesco como monumento internacional.

Como no sabíamos exactamente donde estaban, nos costó un rato dar con la zona. En realidad, la mayoría de los molinos se hallan uno tras otro a lo largo de un canal, a las afueras del pueblo, y que puedes contemplar mientras paseas (o mejor si vas en bici, pero nosotros no las llevábamos, así que nos tocó paseo a pata).

Nos habían dicho que era un poco largo el paseo, pero la verdad... se nos hizo eterno, jajajaj... nos pegamos andando casi toda la tarde, jeje... eso sí, vimos un huevo de molinos, todos preciosos... (hicimos fotos también, sí... y muchas, pero no me quiero ni acordar...) también gran cantidad de cisnes negros, blancos... bueno... la verdad es que aunque terminamos con los pies destrozados, finalmente el día había merecido completamente la pena.

A la vuelta, casi nos perdemos, menos mal que encontramos a una pareja que muy amables nos indicaron para donde estaba la zona del aparcamiento y aunque tardamos un buen rato, al final pudimos llegar, cenar y descansar hasta el día siguiente....


Jueves, 21 de Julio

Menos mal que llevamos unos sprays para los pies cansados, jejeje.. porque si no, creo que a estas alturas ya no podríamos mover ni un sólo dedo...

Pero lo cierto es que por las mañanas nos levantamos todos estupendamente y deseando descubrir nuevos lugares, y como hasta los chicos están animados para continuar, pues en cuanto nos levantamos recogemos como siempre y salimos hasta nuestro próximo destino, el parque de atracciones Efteling.

El parque tiene aparcamiento propio, pero como no se podía pernoctar en él optamos por dejarlo en una calle discretita del pueblo que está pegando al parque.

Antes de salir, compramos pan en una panadería que encontramos abierta justo al lado de la auto, y después cerramos todo bien y salimos para pasar otro día envueltos en un mundo de fantasía.

El parque de atracciones de Efteling es eso, fantasía... está enfocado principalmente a los cuentos de hadas, y desde luego los decorados de todo el parque nos dejaron alucinados... sencillamente la entrada ya es totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados a ver...



el bar/restaurante que encontramos nada más entrar es increíble, tiene unos decorados impresionantes... quedamos impactados nada más llegar...

Y el día pasó entre decorados mágicos


hadas y seres extraordinarios


y como no, montañas rusas


A pesar de que de vez en cuando caía algún que otro chaparrón, nos lo pasamos en grande y el tono gris del día no nos impidió disfrutar de las atracciones y el parque entero.

Podías pasear entre los frondosos árboles y te encontrabas con casitas de cuento, que efectivamente pertenecían a algún cuento, podías casi entrar en la casa y escuchar el relato entero (claro que en holandés como que a nosotros nos daba igual, jajaja... pero por el panel explicativo de la entrada, más o menos nos hacíamos una idea de qué cuento se trataba...)

Total, que pasamos un día muy movido, entre paseos y montañas rusas... además este año nuestra hija se ha animado a montar en cosas más fuertes, y eso nos ha permitido a los cuatro disfrutar a la vez de muchas de las atracciones...

Y en cuanto llegó la hora del cierre, y aprovechando que no llovía demasiado, salimos del parque y nos fuimos derechitos a la auto para descansar... hicimos una cena rápida, y reposamos hasta quedarnos sopas....


Viernes, 22 de Julio

Afortunadamente, hoy amanece más soleado... comenzamos bien, jeje... como siempre, hemos sido madrugadores y después de recoger todo bien, salimos de este tranquilo pueblecito anexo al parque Efteling para ir a otro parque de atracciones.

Sí, habéis leído bien, otro parque de atracciones... es que después de hacer algunos cálculos y tras comprobar que teníamos tiempo de sobra, nos pillaba cerca, y los niños nos pedían otro día de parque, decidimos salir definitivamente de terreno holandés para cruzar ya a zona belga, y acercarnos a otro parque, el Bobbejaaland.



Me gustó el enorme parking que poseía, y que en cuanto nos vieron llegar los chicos que se encargan del estacionamiento nos indicaron con rapidez un lugar adecuado para nuestra auto.... pero me resultó decepcionante en un par de cuestiones.

En primer lugar, después de cobrarnos una pasta por pasar el día (cosa que me parece correcta, como en cualquier otro parque), resulta que nos pedían dinero (3, o 5 o no sé cuantos euros... no recuerdo exacto lo que nos costó), pero me parece estúpido que después de pagar ciento y pico euros por entrar al parque con mis hijos, me pidan dinero por un plano (que en todos los demás parques temáticos te suelen dar al entrar de forma gratuita, qué menos) y que además después nos dimos cuenta que resultó totalmente innecesario, pues el parque tiene un recorrido similar a lo que sería un circo romano, un único paseo que no tiene pérdida y que de no tener plano nos habría dado exactamente lo mismo.

El otro motivo por el que me decepcionó un poco este parque fué que nada más entrar, sale a saludarte la mascota del parque, y la inmediata fué echar mano a la cámara para hacerle una foto, pero les faltó tiempo para recriminarme y decirme que no estaba permitido hacer fotos... por qué? muy fácil, porque tenían a una fotógrafa muy guapa en la puerta junto a la mascota, para hacer a todo el que pasaba (y quería) hacerse una foto con dicha mascota. Vale que es otra forma de sacar dinero, pero después de visitar algunos parques, creo que esa no es la mejor política para que la gente vuelva... y de hecho, en cuanto se dieron la vuelta, le hice una foto al chico del disfraz... (bueno, le hice más de una, jejejej...)

En fin, dejando esos detalles de lado, el parque en general nos gustó bastante, las atracciones eran la mayoría juveniles y los críos (y nosotros también) disfrutaron de lo lindo...

Además, al contrario que el día anterior que permaneció gris y llovía a menudo, hoy el sol hacía acto de presencia y las cervezas nos apetecían entre atracción y atracción, jeje...


Algunas montañas rusas eran demasiado fuertes para mi hija y para mí, y sólo los chicos se atrevían con ellas... pero hubo una que nos gustó a todos especialmente, y que mis hijos incluso repitieron hasta hartarse (mi marido y yo los dejamos por imposibles y preferimos mirar y ver cómo disfrutaban los chicos), la "Dizz"


El caso es que el día se pasó también en un santiamén, después de pasar todo el día entre atracciones, puestos con helados, cervezas y demás gorrinerias para comer, y un par de restaurantes con espectáculos entretenidos, salimos del parque hacia la auto. Aquí tampoco se podía pernoctar, así que como estábamos cansados decidimos parar en el parking disponible más cercano. Aparcamos, cerramos todo y disfrutamos de una cena y un descanso reparadores que nos ayudaron a conciliar el sueño hasta la mañana siguiente.


Sábado, 23 de Julio

Aunque parezca increíble, nos levantamos como nuevos, desayunamos bien y después de recoger las cosas salimos en dirección a nuestro siguiente punto de destino, Amberes

Fuimos a la zona que teníamos señalada adecuada para aparcar la autocaravana, era una zona azul de pago, dejamos puesto un tiquet que servía para todo el día y después de cerrar todo bien nos dirigimos hacia el túnel que cruza el río para llegar al otro lado. Nos acercamos a la orilla para contemplar Amberes y la visión era preciosa




El túnel que utilizamos es uno exclusivamente peatonal, al que se accede por escaleras mecánicas. Aunque no están permitidas las bicis (supongo que estas deben ir por el túnel para vehículos) nos fijamos que había bastantes viandantes que subían y bajaban las escaleras mecánicas con su bici a cuestas, jejeje.. en realidad es que el túnel es bastante grande, el río tiene un ancho de 500 metros... y eso es lo que tuvimos que andar hasta llegar a la otra zona de Amberes.

Cuando llegamos al otro lado, y tras visitar la oficina de información, llegamos en primer lugar a la zona más céntrica, la Plaza Mayor (o Grote Markt) en donde se encuentra el Ayuntamiento cuya fachada es impresionante


Junto al que se encuentran también diversos edificios gremiales, y con la estatua de Brabo, hacen de esta plaza una verdadera joya. Brabo es el héroe que, según la leyenda, fundó la ciudad venciendo al tirano Antigón, cortándole la mano y lanzándola al río. De hecho, el nombre neerlandés de la ciudad, Antwerpen, deriva de "hand" (mano) y "werpen" (lanzar).


Pasamos un buen rato contemplando esta bonita plaza, y después continuamos con el paseo... callejeamos un rato, nos adentramos en otra gran plaza en la que había un mercado y nos mezclamos entre los puestos... entre tantas cosas, fuimos a parar a uno que vendían chucherías y mis hijos empezaron a tirarme de la manga, porque vieron "Delicias turcas", un dulce, para el que no sea muy cinéfilo, que aparece a menudo en la película "Las Crónicas de Narnia" y que por nuestros mercadillos habituales no solemos ver... mis hijos me pusieron ojitos... y no me pude negar (tengo que reconocer que yo también soy muy golosa, jijiji...) así que compramos unos cuantos de varios sabores, y nos dedicamos a disfrutar por un buen rato de estas golosinas...

Tras salir del mercadillo, fuimos hasta la Catedral,



que posee algunas de las mejores obras de Rubens, y entramos para verlo. Esta ciudad posee gran legado del famoso pintor, ya que es de aquí de donde procedían sus padres y pasó en ella gran parte de su vida.

Al salir, ya teníamos bastante apetito y aprovechando que nos cruzamos por delante de un restaurante italiano no quisimos esperar más, entramos y nos pedimos unas pizzas que nos estuvieron riquísimas.

En este restaurante también tuvimos una especie de anécdota... resulta que no lo sabíamos pero en otra mesa había un par de parejas españolas. Estábamos ya a medio comer, y me levanté para ir al baño que se encontraba en el sótano, bajando unas escaleras. Cuando llegué abajo oí que una chica dentro de uno de los baños pedía ayuda ¡En castellano!! (debió ser que oyó ruido al oírme llegar) y yo le contesté: "Qué te pasa?"... Ella me contestó: "Por favor, abre la puerta que se ha roto el picaporte y lo tengo en la mano, no puedo abrir desde dentro".

Yo inmediatamente, le abrí la puerta desde fuera sin problemas, y al verme se echó a reir, y dijo: "Manda narices, en Holanda, y que tenga que venir a ayudarme una española porque si no no salgo de aquí"... jajajaja... yo me partía...

Cuando subimos, ella les contaba a sus amigos la anécdota y yo se la contaba a los míos... nos estuvimos partiendo de risa durante un buen rato... y la reflexión de... ¿Qué pequeño es el mundo verdad? jejejeje...

En fin, una vez repuestos salimos en dirección a la Estación Central, que también era un edificio digno de ser visitado, y efectivamente si por fuera es divino, por dentro es espectacular


Estuvimos un buen rato paseando por la estación, viendo los andenes interiores, y la fachada externa... la verdad es que es preciosa.

Y tras salir de allí continuamos dando paseos y volvimos a pasar por la Plaza Mayor. Después de reposar un rato llegamos por fin hasta el túnel y regresamos a la auto para descansar.

Después de la cena, nos apetecía salir a pasear por allí y decidimos tomar el trípode y hacer algunas nocturnas desde el río, ya que se veía Amberes todo iluminado y la vista era muy chula con el río por delante.

Mientras estábamos haciendo algunas fotos con el macro, vimos pasar una pequeña barquita de la que salían enormes llamaradas de fuego. Para cerciorarnos mirábamos por el objetivo y efectivamente eran lenguas de fuego, hicimos algunas fotos y continuamos asustados pensando cómo apagarían eso o si sería normal. Pero la barquita rebasaba los demás barcos, grandes y pequeños que pasaban a su lado, no paraba tampoco en ninguna zona del muelle y en ningún momento vimos movimiento ni intención de apagar ese fuego... nos quedamos algo aturdidos porque vimos desaparecer la barca por la otra parte y nos quedamos sin saber lo que pasaría. Volvimos y dimos otro paseo con los chicos porque oímos ruidos como de verbena en un parque de al lado, pero luego parecía algo privado, así que nos dimos media vuelta y la camita, a prepararnos para nuestro siguiente día de viaje.


Domingo, 24 de Julio

Después de otra reparadora noche, nos levantamos como siempre bien temprano. Desayunamos y después de colocar todo bien salimos hasta Lovaina, el siguiente punto de parada.

Esta localidad también tiene un área específica para autocaravanas, aunque pilla un tanto alejada del centro de la ciudad, pero como llegamos temprano, cerramos todo bien y después de tomar nuestras mochilas y aperos excursioniles, salimos en dirección al centro.

Esta ciudad es universitaria por excelencia, por lo que el ambiente, aún en verano, era de lo más animado por la zona céntrica. Su universidad es, al parecer, la universidad católica más antigua que aún existe en el mundo y la universidad más grande de Bélgica.

Tengo que decir que a partir de aquí ya tengo fotos (de aquí aún no muchas, sólo algunas nocturnas) porque aunque nos robaron en Bruselas, las que quedaban en la cámara aún no las había borrado.

Paseamos hasta llegar a la Plaza Mayor y allí nos encontramos con el Ayuntamiento, otro precioso edificio ejemplo de la arquitectura flamenca.


y justo en frente, la iglesia de San Pedro, que nos pareció también impresionante.


la plaza rodeada de diversos edificios gremiales, se veía muy animada.





Cuando llegamos tenían la plaza ocupada con campos de boleiball y parece que había competiciones... continuamos hasta la zona de la universidad, pudimos ver una estatua en honor a Erasmo de Rotterdam, que impartió clases aquí. Y bueno, pasamos el día paseando por entre el campus, alguna que otra cervecería y la Plaza Mayor...


Como el día estaba también precioso, acabamos sentándonos en una de las terrazas de esta bonita plaza, mientras veíamos osucerecer y descansábamos de tanto paseo.


Después de esta parada, salimos en dirección a nuestra dragoneta para tomar una cena más consistente y descansar una noche más.

Y con esto, entramos en la recta final de nuestro viaje que terminaré de relatar en una cuarta y última entrada... os animáis a leer el final de nuestra aventura por los países bajos?

3 comentarios:

  1. No he encontrado ninguna referencia de esta pequeña area de autocaravanas en Lovaina? Podríais darme alguna refencia Este septiembre estaré por allí. Vuestro relato es de gran utilidad Gracias

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    1. Hola sagra, si me das tu correo electrónico, te envío sin problemas los datos que necesitas sobre las áreas en Lovaina.
      Si lo deseas, puedes utilizar también mi correo para enviarme tu dirección:

      misacaventuras@gmail.com

      Un saludo.
      Alundra

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