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Antes de comenzar a leer, te recomiendo que te pongas cómodo, los relatos por lo general son largos, así que... prepárate un cafetillo (o cualquier cosa que te apetezca), relájate... y disfruta de la lectura.



Espero que te guste y vuelvas pronto para leer mi próximo viaje..







viernes, 25 de abril de 2008

Un poco de historia

    Desde siempre me han apasionado los viajes. Creo que la afición me viene desde que era pequeña y mi padre, al que también le encantaba viajar, nos llevaba a mil y un sitios para conocer lugares. Después, tuve la suerte de conocer al que hoy es mi marido, y al que afortunadamente también le encanta ver mundo. Aunque los primeros años con los peques nos era más bien difícil hacer las maletas, en cuanto pasaron unos añitos y los críos se hicieron un poco más grandes, empezamos a movernos. Al principio, compramos una tienda de campaña, y gracias a las salidas de camping, empezamos a conocer algunas provincias españolas. Más tarde, nos hicimos con otra tienda pequeñita para los niños, a los que les fascinaban los viajes y las escapadas a los campings.

Una vez al año, nos íbamos diez o quince días a una provincia, y nos dedicábamos a recorrerla descubriendo sus bellos rincones, sus lugares emblemáticos, y también, como no, su gastronomía. Así conocimos provincias como Segovia, Teruel, Granada, Cantabria, etc... montábamos un, dijéramos, cuartel general en un camping centrado dentro de la provincia, y a partir de aquí, hacíamos rutas que abarcaban las localidades más importantes de la provincia. Tenemos muy bellos recuerdos de aquella época. Como cuando llegaba la hora de meter las cosas en el coche... Entre las tiendas, los sacos, la mesa con cocina, la mesa y las sillas, los utensilios de cocina, los macutos con la ropa... en fin... aquellos que han viajado con dos criaturas y en las mismas condiciones imagino que pueden hacerse una ligera idea... cuando mi marido terminaba de acoplar las cosas en el coche... a los niños apenas se les veía en los asientos... El lado bueno es que así no reñían... En aquel entonces, cuando veíamos una autocaravana la mirábamos casi con respeto, con la idea (equivocada) de que nunca podríamos conseguir un bicho de esos para viajar. Pero gracias a las vueltas que da el destino, un día, hará poco más de un año, se nos presentó la ocasión (gracias a uno de mis hermanos) de comprar una AC de segunda mano baratilla. La pobre tenía más años que un bancal (23, para ser exactos), pero funcionaba. De hecho, funcionó durante todo el tiempo que la tuvimos. Aquí os muestro nuestra joyita. Una maravilla que siempre permanecerá en nuestro recuerdo.

Esto marcó un hito en nuestra historia, pues nunca antes habíamos viajado en autocaravana, y para nosotros suponía un adelanto bastante importante. Ya no tendríamos que viajar con el coche cargado hasta las trancas. Ya no tendríamos que cargar mil y un bultos cada vez que saliéramos de viaje (con la consiguiente descarga de los mismos a la vuelta). Ya no tendríamos que viajar con tiempo para llegar de día y poder montar la tienda y todos los trastos sin que se nos hiciera de noche. Ya no tendríamos que mirar al cielo cada vez que nos marchásemos de viaje con la esperanza de que no lloviera. Ahora, llevamos todo dentro del vehículo. No necesitamos cargar cien mil bultos como antes, pues va todo colocadito en la auto. Sólo preparar la comida y el macuto con la ropa. Y listo. Ahora, viajar ya no es lo mismo. Viajar en autocaravana es una filosofía de vida. Es una forma de viajar diferente a lo que estamos acostumbrados. Para mí, es disfrutar de algo que, de otra forma, me sería imposible hacer realidad. Bautizamos a la autocaravana como "Dragoneta". Y con ella hicimos diversos viajes.... Nos acompañó hasta Las Alpujarras, Valladolid, Burgos, Cabo de Gata... todos viajes inolvidables. En fin, durante unos seis meses disfrutamos de la Dragoneta a tope. Pero la pobre no tenía demasiada potencia. Y nuestras pretensiones estaban puestas en viajes largos, incluso por Europa, y el riesgo de quedarnos tirados en cualquier sitio era demasiado grande, por lo que sintiéndolo mucho, nos decidimos a venderla para comprar otra con un motor más potente. La vendimos en Julio del año pasado, y en Octubre, después de mirar y remirar, decidimos hipotecarnos hasta las cejas, comprando la que hoy en día es nuestra Dragoneta, en honor a su antecesora.

Con ella, hemos realizado ya unos cuantos viajes: Sierra Nevada, Javalambre, Cuenca, Lisboa... Y así, hasta el día de hoy. Ahora, abro este blog con la intención de relatar los viajes que hagamos. Empezaré contando los que aún tengo frescos en la memoria, y poco a poco iré contando los que vayamos haciendo. Espero que os gusten mis historias.

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